El origen de la peste negra, también conocida como bubónica, era hasta hace unos años clara. La pandemia que devastó la Europa medieval surgió en 1347 y causó verdaderos estragos durante cinco años. Según los datos registrados, la peste negra terminó con la vida de, aproximadamente, 80 millones de personas. Los historiadores aseguran que la enfermedad se originó en Asia central y se desplazó hasta Crimea mediante los guerreros y comerciantes mongoles. Aun así, un nuevo descubrimiento en la actualidad podría cambiar parte de su historia.
El verdadero origen de la peste negra
Según National Geographic, un reciente estudio científico realizado por miembros de ‘Eurac Research’ sobre una momia egipcia de más de tres mil años de antigüedad ha descubierto un dato sorprendente. Los análisis sobre el cuerpo del hombre que se conserva en el Museo Egipcio de Turín han revelado que existen evidencias de la bacteria Yersinia pestis en su ADN. Los expertos han analizado muestras de su tejido óseo y del contenido intestinal de la momia mediante el método de “metagenómica de tiro al blanco” para llegar a tal conclusión. Este conocido procedimiento entre los expertos permite identificar algunos de los patógenos que sufrió el cuerpo analizado. Al parecer, el de este hombre presentaba graves síntomas asociados a la peste negra antes de morir.
Según el descubrimiento, el germen que provocó la devastadora epidemia ya existía hace tres mil años de antigüedad. Este increíble hallazgo podría cambiar parte de la historia que se conoce sobre la peste negra. Si los expertos están en lo cierto, esta muestra sería la primera evidencia científica sobre la presencia de la enfermedad en África. "Este es el primer genoma prehistórico de Yersinia pestis hallado fuera de Eurasia que proporciona evidencia molecular de la presencia de peste en el antiguo Egipto. Es una prueba de que el patógeno alcanzó una mayor presencia geográfica en una época temprana de la probada hasta el momento", señalan los autores del informe presentado durante el último Encuentro Europeo de la Asociación de Paleopatología.
El mismo estudio elaborado por los expertos de ‘Eurac Research’ también ha planteado nuevas cuestiones sobre el modus viviendi fuera de Europa y Asia con la peste negra de mediados del siglo XIV que se extendió rápidamente por las regiones de la cuenca mediterránea. Hasta ahora, los estudios científicos habían revelado que la devastadora peste negra se propagó con rapidez por el Nilo mediante el contacto con los roedores infectados que viajaban junto a los mercaderes. Aun así, los nuevos descubrimientos apuntan a un posible brote de peste negra a las orillas del Nilo. También el enorme número de víctimas registradas en el cementerio de Amarna apunta a la presencia de la grave epidemia en tiempos de Khenatón, según National Geographic.
Los mercaderes que manifestaron los primeros síntomas y conocían la existencia de la enfermedad huyeron a otras zonas cercanas propagando así la epidemia. Dada la magnitud de la epidemia, los investigadores sospechan que la enfermedad se propagó con rapidez, aunque todavía existen grandes cuestiones sobre su contagio. Según los estudios vigentes, su transmisión a través del aire fue letal para la mayoría de las víctimas. Este nuevo hallazgo podría cambiar parte de la historia sobre el origen de una de las peores pandemias de la historia. Aun así, el descubrimiento sobre la epidemia que hizo temblar a Europa todavía está bajo investigación.
Los principales síntomas de quienes padecieron la peste bubónica
Los síntomas entre quienes sufrieron la terrible enfermedad son, hasta ahora, claros. Según las investigaciones científicas, la peste negra se manifestaba en las ingles, el cuello o las axilas con la inflamación de algunos nódulos del sistema linfático. También las altas fiebres, los escalofríos y las supuraciones de las heridas formaban parte de los peores síntomas. Según los datos recogidos por la ciencia, la aparición de los primeros síntomas era casi inmediata. En tan solo unas horas o un día llegaba la tos y, poco después, el resto de los síntomas. Más allá de la peste bubónica primaria, la más común, la peste septicémica también causó verdaderos estragos en la población entre 1347 y 1352. Millones de personas perdieron la vida a causa de esta terrible enfermedad.
Quienes se contagiaban de esta afección manifestaban visibles manchas negras en la piel junto a los síntomas mencionados. También la peste neumónica que afectaba al aparato respiratorio fue una de las más dañinas ya que se contagiaba a través del aire y la tos expectorante era el principal síntoma. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la peste neumónica y la septicémica no dejaban supervivientes, mientras que la tasa de mortalidad de la peste bubónica era de entre el 30% y el 60%. Por el momento, no han trascendido más detalle sobre los síntomas que se han encontrado en el cuerpo del hombre egipcio analizado antes de morir. Los investigadores seguirán analizando este hallazgo para descubrir nuevos hitos en la historia de la peste negra.