Las mediáticas clarisas de Belorado (Burgos) han roto su silencio tras varios días alejadas de los medios. Las religiosas no han tardado en manifestar su descontento con quienes las tachan de okupas y con el falso obispo y el cura coctelero que se autodenominaron portavoces de la agrupación sin el consentimiento de las monjas.
La reaparición de las monjas de Belorado
Mientras que las monjas de Belorado siguen adelante con su ‘crowdfunding’ para hacer frente a la larga lista de facturas e impagos pendientes, no han tardado en volver a hablar públicamente. Las religiosas aparecieron ayer en ‘Código 10’ para responder y aclarar algunos de los asuntos de los que más se habla. Pese a que muchos aseguran que las clarisas han sido engañadas para unirse a la Pía Unión Apostoli de Pablo de Rojas, ellas sostienen que en ningún momento han sido estafadas. “Ellos no nos convencieron, nosotras llegamos a la conclusión que hemos llegado por nosotras mismas, viendo lo que había delante y nos encontramos que ellos pensaban igual, entonces les pedimos ayuda, pero en ningún momento hubo ningún lavado de cerebro”, explica Sor Israel. Las clarisas parecen tener todos y cada uno de sus movimientos claros. Tras renunciar a la Iglesia conciliar, se unieron a Pablo de Rojas y José Ceacero, más conocido como el cura coctelero, por “una cuestión de fe”.
“Nosotras empezamos un recorrido interior en el que vamos descubriendo cosas y haciendo luz sobre ciertos temas eclesiales, teológicos y en ese recorrido nos vamos encontrado con personas que han llegado a las mismas conclusiones que nosotras. En ese recorrido, unas de las personas que aparecen por medio de un seglar son José y después Pablo. Nuestra relación comienza por algo puramente teológico”, señala una de las clarisas. Aunque parecían formar buen equipo, las clarisas terminaron expulsando a los dos miembros de su agrupación. “Les pedimos que se marcharan porque una cosa eran cuestiones teológicas y otra cosa era la vida. Nunca ha sido intención de nadie que ellos perduraran aquí y pudieran a vivir aquí con nosotras. Nuestra vinculación con Pablo de rojas solo es un reconocimiento como obispo”, explica sor Paloma. Al parecer, tanto Pablo de Rojas como José Ceacero, se hicieron con más poder del que les pertenecía.
Tal fue la autoría que se otorgaron que se erigieron a sí mismos como portavoces de las clarisas sin el permiso de estas. “Aquí la autoridad nunca ha sido Pablo de rojas ni José Ceacero. De hecho, en ningún momento les pedimos que hablaran por nosotras”, sentencia una de las hermanas en su intervención durante el programa. Por si fuera poco, parece que el falso obispo y el cura coctelero hablaron más de la cuenta. Las clarisas se han mostrado molestas con algunos de los comentarios que estos hicieron mientras formaban parte de su agrupación. “Detalles pequeños de nuestra vida cotidiana que no habrían sido necesario que salieran”, señalan. Las religiosas han dejado caer que a los dos varones les atraen las cámaras de televisión. Motivo más que suficiente para autodenominarse como portavoces de las clarisas sin su consentimiento. Aun así, son ellas mismas quienes han señalado que este asunto lo deben responder los propios Pablo de Rojas y José Ceacero.
La situación de las clarisas tras su excomunión
Aunque las hermanas ya han sido excomulgadas de forma oficial, ellas aseguran que no se sienten distintas. De hecho, reconocen haber renunciado a la Iglesia conciliar antes de ser excomulgadas, por los que esto no les ha importado demasiado. “Nos han excomulgado, pero nosotras cuando hicimos el manifiesto ya dejamos de pertenecer a la Iglesia conciliar, no a la católica. Ellos no sé qué pensaban si íbamos a volver o que. Nosotras el 8 de mayo ante notario ya nos fuimos de la iglesia conciliar”, señala sor Paloma. En esta misma línea, las clarisas se han mostrado firmes ante quienes las tachan de okupas. “Este monasterio fue fundado por unas beatas que compraron el terreno y no se lo dio la iglesia en el 1358. Todas las reformas que se han ido haciendo en este convento ha sido obra de las rentas de las monjas y los familiares, amigos y de las monjas”, explica una de ellas. De momento, no parece que las clarisas tengan la intención de marcharse del monasterio.
Por su parte, el Arzobispado de Burgos tampoco ha señalado que vaya a llevar a cabo ningún desahucio. Aun así, las excomulgadas religiosas han señalado que alguien les ha intentado cambias las cerraduras. Ellas sostienen que están siendo perseguidas por el Arzobispado de Burgos. En una entrevista realizada en el canal de YouTube ‘Macabeo’, las monjas han denunciado que “aprovecharon que había una visita en el locutorio y se metieron sin avisar”. Además, las religiosas han señalado en numerables ocasiones que se las está tratando “peor que a criminales”. El acoso psicológico es brida, intentan acabar con nosotras”, sostienen dos exmonjas en la citada entrevista. A pesar del tira y afloja que se está produciendo constantemente entre el Arzobispado de Burgos y las clarisas, parece que las religiosas no se plantan y seguirán durante mucho más tiempo al frente del monasterio.