Las monjas 'rebeldes' de Belorado desafían al Vaticano tras perder el control del convento: pueden acabar en los tribunales

El conflicto abierto entre las religiosas y la Santa Sede no parece tocar fin y es que no hay acuerdo entre las partes

Pablo Casal
Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

Monjas clarisas de Burgos
Antena 3

Continúa la serie de hechos reales en el convento de Belorado, porque esto no es ficción, aunque lo parezca. Las monjas 'rebeldes' se han convertido en un problema difícil de solucionar para el Vaticano, que trata de controlar la situación sin éxito, por el momento y aunque parezca que tienen la sartén por el mango. 

La decisión de nombrar al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, Comisario Pontificio para darle todos los poderes sobre el monasterio no ha servido, de momento, para nada. Las clarisas y su líder se atrincheran en el lugar y hacen caso omiso a las órdenes de la Iglesia, con una respuesta tajante y un desafío para sus jefes. 

Las monjas 'rebeldes' de Belorado no se van del convento

En la nueva temporada de las monjas 'rebeldes' de Belorado, si lo vemos como una historia llevada a las plataformas con sus espectadores enganchados a una historia que parece dar para bastantes guiones, el Vaticano daba el golpe en la mesa para controlar la situación en la ciudad burgalesa. El nombramiento del arzobispo de Burgos como Comisario Pontificio, con plenos poderes en el monasterio y sobre sus bienes, dejaba a las clarisas sin margen de decisión y apartaba definitivamente a Sor Isabel de la Trinidad, anterior abadesa, fuera de juego, pero este nuevo movimiento en el tablero no ha hecho más que agitar el gallinero. 

Aunque podríamos acudir al 'Quijote' y quedarnos con esa frase de que "con la Iglesia hemos topado", parece que las religiosas no tienen ningún miedo a las consecuencias que les advierten desde la Santa Sede y han desoído a Mario Iceta, al responsable del Departamento de Asuntos Jurídicos y a todos los que les han pedido que se expresen individualmente, -porque entienden que puede haber presión-, sobre su decisión de continuar o no de la mano de la institución o permanecer al lado de la 'Pía Unión del Apóstol San Pablo' y su líder, Pablo de Rojas. 

Por si fuera poco, tampoco van a hacer caso a la orden de abandonar el convento y han dado una respuesta tajante y desafiante a las autoridades eclesiásticas: "Nos quedaremos aquí". El falso obispo reaparecía el jueves y Óscar Arnaiz contaba en 'Informativos Telecinco' lo que había dicho el actual líder de las monjas, que han dejado un claro mensaje a los nuevos propietarios del monasterio y es que ni él ni su número dos, José Ceacero, van a abandonar el lugar "mientras las monjas quieran que sigan aquí". 

El cisma de las monjas de Belorado puede acabar en los tribunales

Tal y como informa el citado medio, las monjas 'rebeldes' sí han tomado una decisión unánime de permanecer en el convento y también de abandonar definitivamente la Iglesia, pero la Conferencia Episcopal ya les pedía a mediados de mes que se expresaran individualmente, porque tenían dudas de que apoyaran a la abadesa, Sor Isabel, que ha sido destituida tras 12 años en el cargo y sin poder revalidarlo por más tiempo. De esta forma, ya no se acogen al Derecho Canónico y se rigen por el Civil, pero es que la cosa no termina en la negativa a abandonar la que consideran que es su casa, sino que han ido más allá. 

Las clarisas han decidido denunciar a Mario Iceta porque consideran vulnerado su derecho a la libre asociación, una querella que ha interpuesto la ya exabadesa en la Comisaría de la Policía Nacional de Logroño y que ya ha sido remitida a la de Burgos, e insisten que ya están "fuera de la jurisdicción" de la Santa Sede, todo ello mientras Pablo de Rojas también desafía al arzobispo de Burgos y nuevo Comisario Pontificio paseando por los jardines de su propiedad y con un mensaje amenazante para él atendiendo por teléfono a los periodistas de 'Telecinco': "Reto al señor Iceta con mi presencia y si él no hubiera hecho ninguna declaración un servidor no habría hecho ninguna tampoco. Debiera de ocuparse de todos los casos de pederastia y de agresiones sexuales que tiene en la diócesis de Burgos". 

“Nosotros nos quedaremos mientras la madre abadesa requiera nuestros servicios y quiera que estemos aquí”, contestaba a los medios José Ceacero, queriendo dejar claro que las hermanas se encuentran bien y a gusto en esta situación tan tensa, preparándose para celebrar el Corpus y según Pablo de Rojas, centradas en la "oración": "Todas están felices y contentas continuando con su vida de de penitencia y trabajo". Lo que parece claro es que este cisma no se va a solucionar mediante el diálogo, porque las respuestas llegan a través de los medios de comunicación y los protagonistas ya están empezando a emprender acciones legales. 

La Iglesia, por su parte, ha preferido en estas semanas tirar de paciencia a la espera de que las monjas recularan, pero visto que han desafiado de nuevo, puede que den el paso definitivo y lleven a las religiosas a los tribunales, así como tomen la decisión de excomulgarlas y considerarlas herejes. Ellas, tranquilas, creen que "ninguna confesión ni religión está por encima de la ley civil" y se acogen a ese código y a la Constitución para posibles pleitos judiciales a los que tengan que enfrentarse en los próximos meses. 

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