En el nuevo episodio de las monjas 'rebeldes' de Belorado tenemos que poner especial atención en la huida de la hermana sor María Amparo, que abandonaba a sus compañeras en una decisión que ella atribuía a la mala espina que le daba la situación a la que se habían visto abocadas de la mano de Pablo de Rojas, el sacerdote excomulgado en 2019.
Aunque las que se mantienen en el convento aseguran sentirse bien y tratan de eliminar cualquier rumor sobre una posible secta, tanto las autoridades eclesiásticas como algunos de sus familiares muestran su preocupación y en el caso de que se proceda a una excomunión, la marcha de la que se ha desmarcado del grupo tiene una importante consecuencia.
La decisión de sor Amparo y sus consecuencias
En caso de que las monjas 'rebeldes' de Belorado sean excomulgadas tras su decisión de abandonar la Iglesia católica y si llegaran a considerarse herejes, solo sor Amparo conservaría su condición de clarisa, ya que sería la única que seguiría perteneciendo a la orden de Hermanas Pobres de Santa Clara, fundada en 1212 por San Francisco y Santa Clara de Asís, tal y como recuerda el diario 'La Razón', que explica que de darse esa decisión por parte de las autoridades eclesiásticas, no solo perderían el título que va asociado al instituto religioso al que están adscritas, sino que también pierden la titularidad del convento, que quedaría en manos de la compañera huida.
Llama la atención que si finalmente es así, no solo no habrían conseguido adquirir el convento de Orduña, que fue uno de los motivos por los que se produjo el cisma, sino que se quedarían sin el que ocupan actualmente, de momento con pleno derecho y acompañadas por Pablo de Rojas, el sacerdote que quiso ordenarse obispo y que según las palabras de sor María Amparo para el 'Diario de Burgos', estaría empujando a sus hermanas al abismo en lo que ella misma ha denominado como una secta, en línea con lo que consideraba el obispo de Bilbao, Joseba Segura, muy preocupado por la situación de las religiosas.
Se daría una "rocambolesca situación", ya que ella sería la única "propietaria legítima" del lugar, continúa la explicación el citado medio, que ha consultado a fuentes eclesiales, que han detallado además que habría que profundizar un poco más en el asunto, ya que aunque teóricamente se pueda dar esa situación, la propiedad no queda en manos de una persona física, ni siquiera si es la abadesa, sino que corresponde a la entidad como tal, con lo que habría que ver cómo evoluciona la congregación y también las posibles consecuencias que pueda tener para los otros dos conventos involucrados en esta encrucijada: el de Orduña y el de Derio.
Las monjas 'rebeldes' se mantienen firmes y dicen estar bien
Aunque sor Amparo no estaba dispuesta a aguantar ni un minuto más en esa situación junto a Pablo de Rojas en el convento de Belorado y estaba convencida de que no quería romper con la Iglesia católica bajo ningún concepto, las hermanas que siguen a las órdenes del fundador de la 'Pía Unión de San Pablo Apóstol' aseguran que están bien y han publicado varios vídeos en sus perfiles en redes sociales para ofrecer una imagen calmada y de sosiego ante el revuelo que se está montando tras las paredes del convento.
"Paz y bien, hermanos. Estamos aquí en la hospedería de San Damián, en el convento de Santa Clara de Belorado, nuestra casa y tenemos intención de comunicaros, por las preocupaciones que están surgiendo y que nos llegan que estamos bien, que nuestra realidad no es que estemos secuestradas, lejos de nuestras familias e iremos compartiendo con vosotros nuestra experiencia", decía una de las monjas clarisas en uno de los primeros vídeos publicados, pero la realidad ha sido muy distinta, porque aunque sí han ofrecido alguna declaración, no han sido muchos los vídeos en los que sean ellas las que den detalles de cómo evoluciona este conflicto tratado como cisma en la Iglesia.
Sostienen su "deseo de ser fieles a la verdad de Cristo, a la fidelidad de la fe y a la doctrina de la Iglesia católica", aunque se está hablando de que uno de los motivos del enfado o ruptura con Roma era la separación que estaban sintiendo con respecto a esos dogmas. Otra de las monjas 'rebeldes' conectaba con Ana Rosa Quintana en 'TardeAR' para explicar las "herejías o antropología desviada" habían detectado: "Hace mucho tiempo que en los libros que leo no encuentro la gracia de Dios que nos hace crecer en la intimidad con él. “Nosotras hemos encontrado en el padre Rojas lo que estábamos buscando. No puedo decir una fecha de cuándo le conocimos”.
Tendremos que estar muy pendientes de los nuevos testimonios a un lado y otro de esta historia que, de momento, parece sacada de una novela y podría ser llevada al cine, la televisión y las plataformas. Por el momento, el Arzobispado se muestra paciente a la espera de ver los próximos pasos de las clarisas y también de recibir indicaciones de la Santa Sede, desde donde tendrían que excomulgar, si así lo consideran, a estas religiosas que pueden terminar convirtiéndose en herejes.