Las mediáticas clarisas de Belorado mantienen su postura y han ratificado su ruptura "unánime e irrevocable" con la Iglesia Católica. Así lo anunciaban ayer a través de un comunicado difundido en Instagram. Aunque el arzobispado de Burgos pretenda excomulgarlas ahora, las religiosas han planteado una nueva propuesta.
Las monjas ratifican su decisión
Dos de las diez monjas de Belorado (Burgos) y Orduña (Vitoria) todavía tienen un ultimátum para presentarse ante el Tribunal Eclesiástico y declarar por un delito de cisma del que se las acusa. Para el resto de ellas, el plazo se terminó en la media noche del viernes 21, aunque no ha parecido importarles demasiado. Las religiosas se han ratificado en su decisión y ninguna de las que todavía podrían dar marcha atrás se ha presenciado ante el Tribunal Eclesiástico. Ayer notificaron mediante burofax al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, que su decisión de abandonar la Iglesia católica es "unánime e irreversible". En su comunicado han explicado que no temen "a quienes puedan matar el cuerpo, un por medio de coacciones, imposiciones o bloqueos de suministros, pero nada puede contra el alma".
Después de que las religiosas se hayan ratificado en su decisión, el Arzobispado tendría la plena autoridad para declarar su excomunión. Aun así, ellas sostienen que dicha pena es una "farsa" y aseguran que no reconocen al Tribunal Eclesiástico como órgano. Sus representantes legales han señalado que no han comparecido tras entender que "no resulta por lo tanto competente el derecho canónico para conocer de ninguna cuestión relativa a este aspecto". Además, las clarisas defienden que su decisión de salir de la Iglesia Católica es una "madura, meditada y consciente reflexión". Aunque parezca que se les ha acabado el tiempo, las religiosas guardan 'un as bajo la manga'. Las clarisas han nombrado una comisión negociadora con el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, en favor de llegar a una solución "pacífica y extrajudicial" que termine con este conflicto. Forman parte de dicha comisión el bufete de Santander Sarabia y Asociados, GTRS y el abogado Florentino Alaez. Todos ellos se encuentran a la espera de iniciar la negociación junto al Arzobispado.
Por su parte, el grupo de abogados de las religiosas mantiene que las monjas "se encuentran indefensas y sin ningún tipo de recursos". Así lo ha señalado Diego Sarabia, abogado de la comisión. En esta línea, la defensa de las clarisas buscará negociar una solución que "permita el reconocimiento de sus derechos personales y patrimoniales que están siendo expoliados por el Arzobispado", según el comunicado expuesto por las religiosas. Por otro lado, el equipo de Mario Iceta mantiene que la propietaria de los conventos es la Santa Sede, y el comisario es el único representante legal de sus propiedades. Mientras las monjas de Belorado llegan a algún tipo de acuerdo con el arzobispado de Burgos, seguirán en el convento.
Su "unánime" decisión
Según han dado a conocer, las monjas han tomado la decisión de salir de la Iglesia Católica "con unanimidad y alegría de espíritu" a través del "Manifiesto Católico" que ha firmado la exabadesa, Isabel de la Trinidad, "legítima representante" de las comunidades religiosas de Belorado y Orduña. Este manifiesto ha sido firmado "en nombre de todas" para denunciar el abuso de poder, usurpación de representación legal y vulneración del derecho de libre asociación contra Mario Iceta. Tal y como ellas mismas han señalado, a través de este escrito se unen a la PMU que califican como la "verdadera fe católica". En esta misma línea, rechazan cualquier decisión canónica impuesta por "quienes no son obispos, ni válidos ni legítimos ni tienen poder sobre las almas". Según han señalado, "carecen de efectividad". Las monjas ahora pertenecen a la Pía Unión de San Pablo Apóstol liderada por el 'falso cura' Pablo de Rojas.
De hecho, tras renunciar a la Iglesia Católica, las religiosas se encuentran bajo la tutela de este hombre que se autodenomina como ‘Duque Imperial’ y ‘Príncipe Elector’ del Sacro Imperio Romano. Además, solo reconoce como último pontífice a Pío XII y señala que el resto son usurpadores del cargo. Pablo de Rojas fue excomulgado en 2019 y desde entonces niega al Vaticano y al papa, pero es seguidor del obispo cismático vietnamita Ngo Dinh Thuc. La Iglesia Católica considera que esta corriente es una secta. Como avisó el arzobispo Mario Iceta en su momento, la Iglesia Católica pretende proceder con la excomunión de diez de las quince que reniegan a la santa fe según el derecho canónico. Aun así, ha decidido dejar a un lado a las cinco más mayores que no han participado en ninguna de las exposiciones públicas que han protagonizado el resto. Tal y como dicta el derecho canónico, el proceso de excomunión que se realizará sobre cada religiosa es individual, aunque todavía se encuentra a la espera de que la comisión negociadora llegue a un acuerdo.