El 'spin-off' de los testigos que pusieron en un aprieto a Rodolfo Sancho en la recta final del juicio de su hijo Daniel en Tailandia ha dado un nuevo giro durante la investigación que estamos llevando a cabo en Lecturas. El objetivo es esclarecer los hechos y descubrir la verdad de esta trama, a través de las entrevistas a sus protagonistas y la información a la que tenemos acceso y nos hacen llegar nuestras fuentes. Ahora, hemos podido detectar una inconsistencia en la segunda denuncia con la que se trataba de acreditar una presunta historia que enturbiaba la imagen del cirujano colombiano. Por suerte, los abogados de la defensa no dieron credibilidad a esas acusaciones, tremendamente graves, con la que habrían intentado engañarles. Aunque todavía habría que escuchar la versión de Alberth Araque y el de la supuesta mujer detrás de esta demanda.
El primero de ellos ha desaparecido en combate y habría sido, tal y como desvelaba Laura Rodríguez en su canal de 'YouTube', el que puso en contacto a Nilson Domínguez con el actor y sus representantes legales. La periodista nicaragüense llegó a mostrar varios mensajes que enviaba a Rodolfo para enviarle el teléfono del que, también según la investigación llevada a acabo por ella y el autor del libro 'Nilson Domínguez; Caso Sancho Arrieta: audios, mentiras y dinero', sería su pareja y vivirían juntos. Precisamente, el abogado y escritor de esas páginas ha colaborado en la elaboración de esta información.
El error que deja retratados a los testigos que iban a declarar en el juicio de Daniel Sancho
Si se confirma que Alberth Araque o Nilson Domínguez fueron las personas que enviaron una presunta segunda denuncia contra Edwin Arrietaal equipo legal de Rodolfo Sancho, podrían haber quedado retratados tras la inconsistencia que hemos detectado en este medio tras examinar al detalle el documento. En el texto al que hemos tenido acceso se exponen los hechos que una madre denuncia como representante de su hijo, menor de edad. En él, se accusa al cirujano colombiano de un delito extremadamente grave: "abusos sexuales con acceso carnal". Con todo detalle, esta supuesta denunciante se aventura en el relato de una historia que ubica en un lugar concreto, "una zona boscosa". "No me dijo nada en el momento de lo que pasó, a pesar de que lo vi raro al llegar del paseo, ante lo cual si bien, no dije nada, sí me quedó la preocupación en saber el porqué del bajo estado de ánimo".
Por si fuera poco, le llega a acusar también de "amenazas de muerte al casi verse sorprendido por personas que transitaban por el sector al momento en que le sucedió el percance a mi hijo". En un fragmento de esta narración, dice, es "menor de 14 años". Si analizamos al detalle todas las páginas, en la primera de ellas podemos leer la fecha en la que alegan haberla presentado: 21/07/2017. Los hechos, según cuentan, se producen el 18 de julio de ese mismo año, pero aunque han cuidado el detalle de esos dos días en los que la supuesta víctima no habría querido hablar,el menor pasa a tener 16 años en el momento del sellado. ¿Cómo es posible que en solo tres días haya cumplido dos años más? La clave ahora sería verificar quién es la persona responsable de haber redactado este texto ante la gravedad de los cargos que intentan imputar contra una persona que ya no puede defenderse.
A lo largo de estas semanas, Efraín Jorge, autor de 'Nilson Domínguez; Caso Sancho Arrieta: audios, mentiras y dinero', ha ido recibiendo más informaciones de personas que se han puesto en contacto con él a raíz de la publicación del libro. Consultamos con él la investigación que hemos realizado y nos explica la magnitud del "tipo penal al que remiten": "En esa parte remiten al artículo 209 del Código Penal de Colombia, sobre la comisión del delito de actos sexuales con menor de 14 años. Son diferentes a los de acceso carnal. Lo que vienen a decir es que en el momento del hecho la víctima no habría cumplido esa edad, con lo que sería más grave".
La presunta denuncia de Nilson Domínguez a Edwin Arrieta, en entredicho desde hace semanas
A lo largo de estas semanas, tanto Efraín como Laura Rodríguez han ido ofreciendo información a la que han accedido mediante el contacto con fuentes conocedoras de los procesos que llevan a cabo las autoridades policiales en Venezuela. Según esas personas, a las que han mantenido en el anonimato, la presunta denuncia que presentó Nilson Domínguez contra Edwin Arrieta para ser testigo en el juicio de Daniel Sancho no tendría validez, ya que no correspondería, ni siquiera, a las hojas de anotaciones diarias en las que la Guardia Nacional Bolivariana deja constancia de determinados hechos. No obstante, el venezolano sostiene que esa denuncia existe y asegura tener las pruebas suficientes para demostrarlo cuando decida emprender acciones legales, aunque todavía no hay avances y Teresa Bueyes, la abogada penalista española con la que iniciaba hace dos semanas contactos para acceder a su representación legal, no habría recibido esa documentación necesaria para acreditar su versión de los hechos.