La jornada de este jueves, 16 de enero, ha transcurrido según lo previsto y sin inconvenientes para las partes en la cita judicial más esperada por el caso Íñigo Errejón. El exportavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados llegaba "tranquilo" y contestaba a los medios antes de entrar y al abandonar las dependencias judiciales, cuando insistía en que los detalles de su versión los había dado ante el juez Adolfo Carretero, pero decía salir "contento".
Antes de el investigado era el turno para escuchar a la denunciante, Elisa Mouliaá, quien permanecía en la sala alrededor de dos horas y daba un paso más en la ratificación de su denuncia, ya que ampliaba algunos recuerdos de aquella noche de septiembre de 2021 y ha sembrado la duda sobre la posibilidad de que hubiera una presunta sumisión química, aunque preguntada por ese extremo ha dicho que no sabe si le habría echado "algo" en lo que tomaron.
A partir de aquí, el sorprendente primer paso, inminente, será la declaración pública de la actriz en el plató de '¡De viernes!', solo un día después de hacerlo en sede judicial. Después, la acusación particular podrá presentar la lista de testigos que podrían presentar para aportar elementos objetivos que corroboren su relato. En el caso del cofundador de Podemos, tiene por delante dos posibilidades, según lo que considere el instructor tras escuchar todos los testimonios.
Los próximos pasos de Elisa Mouliaá tras declarar ante el juez Adolfo Carretero
Además de la entrevista exclusiva en prime time que ofrecerá en el programa '¡De viernes!', por la que según ha apuntado Belén Esteban en 'Ni que fuéramos' podría haber cobrado "un pastizal", Elisa Mouliaá tiene por delante unas semanas importantes. Según nos confirmaban fuentes jurídicas a las puertas de los Juzgados de Plaza de Castilla, la acusación particular podría presentar en cinco días pruebas testificales.
De esta forma, comparecerían ante el juez Adolfo Carretero testigos que habrían estado en la fiesta posterior a la presentación del libro de Íñigo Errejón en las horas previas a los presuntos hechos denunciados. Además, podrían incluir a los facultativos que la han atendido y su psiquiatra, al ser quien trata a la actriz.
La sombra de la presunta sumisión química en la ratificación de la denuncia contra Íñigo Errejón
Este jueves, 16 de enero, Elisa Mouliaá no solo ha ratificado su denuncia, sino que también ha aportado nuevos detalles de lo que recuerda de la noche en la que habría vivido tres momentos en los que habría sido agredida sexualmente por Íñigo Errejón. La actriz asegura que bebió mucho esa noche y se ha sugerido que podría haberle puesto "algo" en la copa, pero no se trata de un extremo que pueda confirmar con certeza y la sospecha de una presunta sumisión química está, por el momento, en duda.
Él, por su parte, ha reconocido que hubo besos y tocamientos, pero que fue "consentido" y esa ha sido su defensa para apuntar también a que sería una denuncia falsa, según su versión de los hechos. Abandonaba los juzgados "contento", según sus palabras y se ha limitado a contestar al juez y la Fiscalía, pero no ha respondido a ninguna de las preguntas de la acusación particular, capitaneada por el abogado penalista Alfredo Arrién.
Íñigo Errejón, satisfecho y a la espera de su posible imputación
"No tengo mucho que contarles. Por fin he podido explicarme, salgo contento, con mucha tranquilidad y también en la actuación de la justicia y todo lo que he tenido que decir, lo he dicho dentro y se lo he explicado al juez, que es donde corresponde. Ahora a esperar, con mucha tranquilidad y mucha confianza", ha dicho Íñigo Errejón a su salida de los Juzgados de Plaza de Castilla.
A pesar de las preguntas de los periodistas sobre las respuestas concretas que ha dado Elisa Mouliaá al ratificar la denuncia, en las que se añadía esa supuesta sumisión química, aunque quedaba en el aire. El expolítico ha contestado hasta en ocho ocasiones la misma frase, con pequeñas variaciones: "Lo que tenía que explicar, ya lo he explicado ante el juez".
Las dos puertas que se abren ahora para él es el archivo de la causa, si el juez Adolfo Carretero considera que no hay caso, o la imputación. En este segundo caso, por lo que parece, el magistrado le imputaría un presunto delito de agresión sexual continuado, al haberse dado esos tres momentos en un mismo lapso de tiempo y por el principio jurídico del 'in dubio pro reo'.