La importante lista de impagos que encadenan las monjas de Belorado tras su último escándalo

Su recaudación de fondos para afrontar 20.000 euros de los que pretendían hacerse cargo no ha sido suficiente.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Las monjas de Belorado, en 'Burgos Alimenta'
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Las monjas de Belorado afrontan un momento complicado a la espera de conocer la decisión final sobre su posible desahucio. Mientras tanto, su lista de problemas no deja de crecer y, con ella, la de facturas pendientes. Lo cierto es que las deudas de las ex comulgadas clarisas son cada vez mayores y superan ya los 23.000 euros.

El origen de su última polémica

El último escándalo protagonizado por las religiosas que ha salido a la luz se sitúa en la venta de crías de perros de raza. Al parecer, la intención de las monjas con esta práctica era mantener una fuente de ingresos complementaria. A pesar de ello, las monjas de Belorado no tenían Licencia de Núcleo Zoológico para llevar a cabo la venta de animales en el recinto del convenido de La Betronera convertido en un criadero de perros. De hecho, la Junta de Castilla y León ha multado a las excomulgadas religiosas con 3.001 euros por esta práctica. Aun así, según fuentes del 'Diario de Burgos', la Delegación Territorial ha confirmado que las religiosas no han afrontado en el periodo de pago voluntario el coste de la multa.

Puesto que no se ha presentado ningún recurso contra la resolución, la administración regional tendrá que iniciar el procedimiento de apremio para reclamar el importe a deber. Eso sí, pese a la sanción que han recibido, las monjas de Belorado continúan manteniendo a estos perros en el convento. Según los Servicios Veterinarios Oficiales de la Delegación Territorial de Burgos, los animales están recibiendo los cuidados adecuados y mantienen un buen estado de salud. Está claro que las religiosas actúan a su libre albedrío sin tener en cuenta las consecuencias legales de sus actos. Aun así, estos tienen repercusiones cada vez mayores que se suman a su lista de impagos a deber.

Su lista de impagos pendientes

Las clarisas anunciaron en mayo su decisión de abandonar la Iglesia Conciliar por una presunta "persecución" que alegaron sufrir derivada de varias operaciones inmobiliarias cifradas en 1,2 millones de euros. En esta misma línea, las religiosas denunciaron públicamente que la Santa Sede impidió que vendieran el convento de Derio y quería "quedarse" con sus propiedades. A partir de ese momento, las clarisas se adentraron en el ojo del huracán enfrentadas con la Iglesia y el Arzobispado de Burgos quien las terminaba excomulgando meses después tras varios avisos. Pese a ello, su mediática trama no termina aquí. Las clarisas de Belorado y Orduña (Burgos) volvieron al punto de mira después de que salieran a la luz numerables facturas pendientes por la compra de ropa de cama de lujo que superaban los 6.000 euros.

El proveedor al que compraron edredones nórdicos de alta gama, cubrepiés de terciopelo y sábanas de seda contactó con el Arzobispado de Burgos para remitirle la factura correspondiente que esperaba cobrar desde hace tiempo. Por su parte, fuentes del Arzobispado señalaron que desconocían la existencia de este tipo de gastos del convento y eran ellas las que tenían que hacer frente a estas facturas. En su defensa, las religiosas alegaron que los juegos de cama estaban destinados a la visita de un importante cardenal. Aun así, estas no han sido las únicas facturas que se les han cuestionado. El proveedor mencionó que existían otros casos similares a pagar con conceptos como 'teléfonos iPhone' y 'jamones ibéricos', aunque no se ha llegado a esclarecer la procedencia y veracidad de estas facturas puesto que el Arzobispado de Burgos alegó no haberlas recibido.

Lo que sí está claro es que, desde entonces, las deudas de las monjas no han dejado de crecer. Las religiosas remitieron al Arzobispado facturas valoradas en 35.000 euros además de 3.000 euros en suministros de luz, gas y teléfono. También están pendientes varios sueldos de trabajadores del convento que no han podido afrontar. Las cuentas bancarias de las clarisas que se intervinieron en su momento solo disponían de 6.000 euros. Por ello, tuvieron que llevar a cabo una iniciativa de 'crowdfunding'. Aun así, la recaudación de fondos para afrontar las facturas e impagos a deber no ha sido suficiente. El plazo para conseguir 20.000 euros de los que pretendían hacerse cargo finalizó el pasado 7 de agosto con 2.723 euros. Es decir, un 13,61% de su objetivo.

Por si fuera poco, todavía no habrían devuelto 6.000 euros al 'falso obispo', Pablo de Rojas, que reclamó a las monjas después de prestárselos presuntamente para contratar a un abogado mientras era su 'líder espiritual'. En declaraciones a 'Mas Vale Tarde' alegó que este era "uno de los mejores" abogados y les dejaba el dinero para que pudieran hacer frente a su batalla judicial contra la Iglesia. Por el momento, se desconoce cuál será su próximo movimiento, pero no parece que las religiosas guarden un nuevo 'as bajo la manga' ya que la cantidad económica que necesitan es demasiado elevada. Lo que sí está claro es que deberán tomar una decisión al respecto si quieren dejar atrás su reputación de rebeldes y morosas. Unos calificativos que no juegan a su favor.