Qué rápido pasa el tiempo. Todavía tenemos grabadas en la retina las dolorosas imágenes de uno de los monumentos más emblemáticos de toda Francia sumido en llamas. La catedral de Notre-Dame. Pues bien, la última hora es que ya se sabe, oficialmente, cuando podrá visitarse de nuevo la catedral cinco años después del incidente por el que tuvo que ser cerrada. El 8 de diciembre de este mismo año podremos volver a disfrutarla en todo su esplendor.
Sería un 15 de abril de 2019 cuando gran parte de la catedral, ubicada a uno de los lados del Sena, París, acabara apoderada por las llamas de un incendio no intencionado que se saldó con la desaparición de su techo o el deterioro de sus bonitos rosetones, entre otros importantes daños. Ahora, este preciado Patrimonio de la Humanidad (1991) abre por fin sus puertas, ya que hasta ahora solo era visitable su imperdible cripta.
Así pues, a finales de año, los miles de turistas que todos los años visitan París podrán disfrutar al completo de tanta belleza fielmente reconstruida que incluirá no solo el interior de la catedral como tal, también sus majestuosas torres y ‘el tesoro’ se abrirán el mismo día al gran público.
El icónico gallo ya corona de nuevo la catedral de 8 siglos
Los trabajos de reconstrucción comenzaron a los pocos meses del fatídico suceso que se emitió en directo para todo el mundo, pero el objetivo principal parece que ya está a punto de cumplirse. La rehabilitación de Notre-Dame es casi una realidad y prueba de ello fue todo lo que los parisinos pudieron ver con sus propios ojos hace tan solo un año.
A finales de 2023, los técnicos encargados de la reconstrucción del Monumento Histórico, recolocaron a ojos de los viandantes que por allí pasaban la icónica flecha de la cruz que ya corona de nuevo la catedral como lo hacía hasta hace cinco años. Pero, además, el nuevo gallo de Notre-Dame también volvía a izarse en esos mismos días. Dos emblemas de la catedral que, a las órdenes del arquitecto Philippe Villeneuve, confirman que no habrá retrasos y la segunda semana de diciembre la catedral abrirá de nuevo sus imponentes puertas.
No llega a tiempo de los próximos Juegos Olímpicos programados en París -entre julio y agosto- pero lo cierto es que el monumento de fama mundial quedó en muy mal estado. Nueve horas de fuego no consiguieron hacer cenizas 850 años de antigüedad y todas sus muchas curiosidades, para que ni siquiera la Wikipedia tenga que eliminarlas de sus servidores. Aquí van:
Es una de las catedrales católicas con más órganos en el mundo. Son tres en total pero, destaca, el Gran Órgano, de 1404 y compuesto por hasta ocho mil tubos. Algunos, son todavía de la época medieval.
Es ‘la Puerta del Sol’ de París
Punto cero de todas las carreteras francesas desde París. De la misma forma como ocurre, por ejemplo, en Madrid con la Puerta del Sol, en 1924 se instaló una placa próxima a la catedral con la siguiente leyenda: ‘Point zéro des routes de France’. Traducido al español es que desde Notre-Dame salen las principales vías que van desde París hacia el resto de localidades del país.
Las clásicas gárgolas del monumental edificio, pese a ser tan características del estilo gótico y de esta catedral, no se añadirían hasta el siglo XIX. Y, realmente, su cometido no es tan estético como práctico. Con ellas, se protege de posibles lluvias a la majestuosa fachada de Notre-Damme.
La fiesta del asno, con el ‘obispo’ a los lomos
Otra curiosidad sobre Notre-Dame, que poca gente conoce, es que el templo también ha sido escenario de fiestas que hoy nos costaría llegar a entender. Y es que durante la Edad Media, cada 26 de diciembre se vivía una tradición muy peculiar en su interior. Un anónimo, que se desconoce cómo era elegido, se disfrazaba de obispo y montado sobre un asno recorría el templo sorteando un gran número de feligreses que se divertían disfrazados mientras bailaban.
Testigo de numerosos acontecimientos históricos
El monumento histórico ha podido observar cómo se sucedían dentro de él importantes hechos de la historia de Francia de trascendencia internacional. Muchas obras pictóricas de la época reflejan como dentro de la espectacular Notre-Dame se celebró la consagración de Napoleón y Josefina el 2 de diciembre de 1804, así como la beatificación de la célebre Juana de Arco en 1909 o la coronación de Enrique VI de Inglaterra durante la Guerra de los cien años.
Pese al incendio, un alma sigue vagando por Notre-Dame
Había que terminar este recorrido de las curiosidades más interesantes de la catedral parisina con una buena leyenda: la de la Puerta del Diablo, que oficialmente es denominada como la de Santa Ana, a uno de los lados del imponente edificio gótico.
Por lo que cuenta la historia popular, a un joven cerrajero del ‘medievol’, Biscornet, se le ordenó construir dicha puerta lateral de Notre-Dame en un tiempo muy ajustado. Angustiado por resolver el trabajo asignado a tiempo, no dudó en invocar al demonio para que le ayudase a cambio de su alma. Al día siguiente la obra apareció realizada con gran excelencia, pero el diablo reclamó la parte del trato que le beneficiaba. Apareció muerto a los pocos días. Se dice que su alma triste todavía vaga sin rumbo por la catedral de ocho siglos de historia.