El polémico jugador del Valencia, Rafa Mir, acusado de agresión sexual ya está en libertad provisional tras pasar dos noches en el calabozo. No obstante, la jueza de Primera Instancia de Instrucción número 8 de Llíria le ha impuesto ciertas medidas cautelares al murciano de 27 años para evitar que se fuge del país como son la recogida de su pasaporte y la obligatoriedad de acudir al juzgado semanalmente. Mientras que las autoridades investigan el caso, un nuevo testimonio que podría haber presenciado parte de los abusos del jugador será determinante para esclarecer los hechos.
Las dos versiones de una misma noche
El jugador ha sido acusado de un presunto delito de agresión sexual “con acceso carnal” a una de las dos jóvenes que conoció en una discoteca el pasado domingo. El jugador invitó a dos jóvenes de 21 y 25 años a su domicilio para darse un baño en la piscina. Poco después, tenía lugar la presunta agresión en el interior del inmueble. Según ha relatado la denunciante con detalle a la Policía Judicial, el futbolista la encerró en el baño de su casa y abusó de ella. El atestado policial al que ha tenido accedo ‘El Mundo’ recoge que Rafa Mir “la introdujo en el baño, cerró la puerta y puso el pestillo para que no pudiera salir”. Instantes después, en estado de “shock”, la joven de 21 años habría empezado a “llorar” y le suplicó sin éxito que la dejara marchar del lugar. Según la chica, en lugar de liberarla “la sentó encima de un lavabo y procedió a introducirle los dedos sin quitarle la falda pantalón”.
La joven habría pedido de nuevo que la dejara marchar “porque venía su padre a recogerla”. La versión de la denunciante es clara. Asegura que, Mir continuó realizándole “tocamientos por todo el cuerpo”. “Me cogió de la cara y del brazo y me decía ‘bésame’ y otras cosas que no recuerdo porque me encontraba en estado de ‘shock’”, ha declarado la presunta víctima. Tras este traumático episodio, la chica habría conseguido salir del baño y fue entonces cuando señaló que “no quería estar allí” y se marchaba del domicilio. Por su parte, Rafa Mir niega todos estos hechos y defiende su inocencia. El futbolista asegura que mantuvo relaciones la chica de 21 años y su amiga, pero que fueron “consentidas” en todo momento. Así lo señala también el abogado del delantero quien define la situación como “un partido que acaba de empezar”. Lo cierto es que antes de llegar al domicilio, donde se produjo la presunta la agresión sexual a la joven de 21 años, habría tenido lugar otro episodio de abuso a su amiga de 25 años.
Según relatan las denunciantes, fue en el taxi de camino al domicilio del jugador ubicado en la urbanización Torre en Conil de Bétera donde el mismo le empezó a hacer tocamientos a la mayor. De hecho, según cuenta la chica, llegó a pedirle al conductor que parara el coche porque se sentía incómoda para cambiarse al asiento del copiloto. La versión del taxista que llevó a los implicados al domicilio de Rafa Mir puede ser determinante para esclarecer los hechos y concluir cuál de las dos versiones es la correcta. El periodista Daniel Montero ha arrojado nuevas claves sobre el caso en la mesa de análisis del programa de ‘Telecinco’. “Cuando la chica está cogiendo su bolso, dice que el jugador le coge el brazo con violencia, lo que podría agravar la pena y tiene un hematoma. La amiga no sabe si ella ha entrado voluntariamente o no en el baño. La mayor es la que primero presenta denuncia, pero en ese primer relato no habla de lo que le ha pasado a la otra chica", explica. Tal y como ha señalado el periodista en el citado medio, habrá que esperar a conocer los detalles del informe de lesiones para seguir adelante con el caso.
Su compañero de profesión también ha sido puesto en libertad
Una vez dentro del domicilio, acudió Pablo Jara un amigo del futbolista quien está imputado por un delito de lesiones tras golpear, presuntamente, a la mayor de las dos amigas que tiene una herida en el labio esa misma noche. Al parecer, las dos mujeres abandonaron el domicilió semidesnudas tras los citados episodios de agresión y fue un vecino de la zona quien alertó a los responsables de seguridad de la urbanización y a la Policía Local de lo que estaba sucediendo. Este testigo también es clave para esclarecer los últimos momentos que vivieron las jóvenes a las afueras del domicilio antes de marcharse de la urbanización.
Además de la retirada del pasaporte y la obligatoriedad de declarar, la jueza le ha impuesto a Rafa Mir una orden de alejamiento que le impide acercarse a menos de 500 metros a la presunta víctima además de la prohibición de comunicarse con ella. Por su parte, club de fútbol valenciano ha decidido liberar a Rafa Mir de los entrenamientos previstos de este jueves y viernes. El Valencia analizará durante los próximos días con detalle la situación para decidir si toman medias con su jugador en el club tras la presunta agresión sexual que se investiga. Para ello, pretende acceder al auto de la jueza de Primera Instancia e Instrucción número 8 de Llíria.