La Corte provincial de Samui no es el único templo judicial en el que se cumple con un protocolo tan marcado, ya que esas normas impuestas están basadas, en parte, en la cultura budista y son, muchas de ellas, bien distintas a las que podemos observar en un juicio oral al que podamos acudir en España. El tribunal ha sido muy insistente en el tema de las filtraciones, con la amenaza de que el incumplimiento de lo establecido pueda tener consecuencias judiciales para los que se salgan del tiesto y no se mantengan firmes mientras dure el juicio contra Daniel Sancho en Tailandia.
Una férrea prohibición del tribunal en el juicio de Daniel Sancho
Ningún medio pudo captar la imagen de Daniel Sancho a su llegada en el furgón policial al tribunal de Samui, a pesar de correr tras él, porque en Tailandia todo está protegido hasta la médula para que los trapos sucios se laven en casa, como se suele decir. Dentro, las personas estrictamente necesarias y correctamente acreditadas para la celebración de un juicio en el que el magistrado no quiere que penetre ninguna valoración paralela, así como vela porque la información de lo que ocurre en esa "sala pequeña", - de la que hablaba la abogada de la familia de Edwin Arrieta Beatriz Uriarte -, no trascienda a los medios de comunicación.
"El tribunal ha sido muy serio a la hora de informarnos que no podemos transmitir nada de lo que está ocurriendo en el interior y en todo lo que significa dar datos del procedimiento judicial prefiero ser muy cauteloso porque el juez ha sido muy contundente y no lo había visto en ningún sistema", decía ante los medios de comunicación en su salida al receso en el primer día del juicio el asesor legal de la familia del cirujano colombiano, que explicaba, además, que la máxima autoridad de la Corte había hecho una pausa "para intentar analizar si alguien pudiera estar tomando imágenes o transmitiendo información y ha sido de poca broma".
Todas las personas que han entrado y que lo harán en las próximas semanas en el edificio deben evitar hacer valoraciones ligadas a esta fase procesal, porque los periodistas que tienen acceso tampoco pueden tomar notas de lo que ocurre. Todo está controlado y tal y como informaba el diario 'ABC' en su seguimiento en directo de la cita en Tailandia, los asistentes están obligados a mantener ese "máximo secretismo" porque habría amenaza, incluso, de incurrir en "consecuencias penales".
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La información está guardada bajo llave y lo que ocurre en cada sesión se queda en la memoria de las partes en el proceso y los periodistas acreditados sin cámara, grabadora, boli ni libreta, pero aunque hay una férrea prohibición, sí podemos saber quiénes están pasando por esa sala para prestar declaración como testigos y cuáles son las intenciones de la defensa y la acusación particular para demostrar la inocencia y culpabilidad de Daniel Sancho, respectivamente. Algunos de esos testimonios, incluso, pueden alumbrar a un lado y otro del juicio, como es el caso de los alquileres de moto y kayak del acusado en la isla.
Los abogados están enrocados en su posición y Juango Ospina recordaba en 'Y ahora Sonsoles' que "una cosa es España y otra es Tailandia y las leyes tailandesas están a años luz de las españolas, para mejor o peor, pero son diferentes". Ambas partes son conscientes de que no están en su zona de confort y han tenido que trabajar mucho en su estrategia, algo que ha resultado "muy difícil" también para la abogada familiar de los Sancho Carmen Balfagón. "Yo si fuera abogado defensor hubiera tomado otra línea de defensa como lo hubieran tomado otros que terminaron renunciando", opinaba también el abogado de la acusación particular.
También sabemos que en esa "normalidad" que se respira en el juicio, está siendo "muy vivo, activo y dinámico", también en palabras del citado letrado de la familia de la víctima, que también ha destacado a su llegada a la Corte de Samui para la segunda jornada, las facilidades para que se puedan intercambiar preguntas, pareceres y cuestiones importantes desde la acusación, la defensa e, incluso, por parte del imputado que está siendo juzgado y es que así lo contempla la legislación tailandesa. En un principio, se llegó a ver como un privilegio concedido a Daniel, pero el reportero de 'Vamos a ver' Álvaro Serrano confirmaba en 'Telecinco' que se había apercibido al hijo de Rodolfo Sancho por excederse en esas preguntas a los testigos.
Ospina también destacaba en el primer día de juicio que veía al acusado tranquillo, pero otro de los detalles que pudimos conocer durante las primeras horas de esta importante cita fue la "escalofriante imagen" de los grilletes en los pies y en las manos del chef.