Desde la bancada de la acusación particular en el juicio contra Daniel Sancho en Samui hay tres equipos de abogados que han trabajado durante meses para recabar los indicios que ponen contra las cuerdas al acusado y, por otro lado, han acompañado a la familia para trasladar hasta Tailandia sus sentimientos y objetivos. Los letrados de los Arrieta en España y los representantes elegidos en el país asiático han enumerado todos los vestigios con los que han venido elaborando la estrategia para que el imputado salga del tribunal sentenciado como culpable tras demostrar que son pruebas en el juicio más mediático del año.
El objetivo de la familia de Edwin Arrieta
Aunque desde el primer momento, tanto los padres de la víctima como su hermana, Darling, explicaron en sus sendas entrevistas a la televisión pública en España que lo que pedían era justicia para Edwin Arrieta, así como la repatriación de sus restos mortales para poder darle sepultura, pero sus representantes legales han trabajado arduamente para coordinar una estrategia que permita demostrar, según sus indicios, que el cirujano colombiano fue asesinado con premeditación en la isla de Ko Pha Ngan en los primeros días de agosto de 2023.
Juan Gonzalo Ospina, Beatriz Uriarte y sus homólogos tailandeses comparecían en una rueda de prensa previa al inicio del juicio contra Daniel Sancho agradeciendo la presencia de los medios desplazados hasta allí y procedían a explicar sus metas y las líneas de esta parte del proceso. Ya en la comparecencia pública anterior y desde Madrid, la abogada hablaba de 53 evidencias para demostrar que fue "asesinato premeditado", una larga lista de indicios que pondrían muy difícil el trabajo a los abogados de la defensa, que también trabajan de forma conjunta entre Tailandia y España.
El penalista del equipo español hablaba con el programa 'Y ahora Sonsoles' y hacía hincapié en no atender a ciertos testimonios como el de la presunta víctima de amenazas que supuestamente mantuvo una relación con el médico y que hablaba en exclusiva para el espacio presentado por Sonsoles Ónega. "Creo que no aporta absolutamente nada al juicio más allá de buscar el desacredita, deslegitimar y atentar contra el honor y dignidad de nuestro cliente", respondía "molesto, desde el punto de vista jurídico y también humano" desde el hotel en Tailandia, donde también apuntaba a la posibilidad de tomar medidas legales.
Las dos caras del juicio contra Daniel Sancho y las "evidencias"
Para Ospina, "el hecho controvertido es muy claro y muy nítido, así que no hay que engañar a la audiencia porque este señor vino a Tailandia con la clara intención de acabar con la vida de Edwin Arrieta y es lo que vamos a demostrar con la Fiscalía y el informe de la Policía". El abogado ha querido aclarar que no se trata de una acusación al programa o los medios de comunicación, sino a Daniel Sancho por tratar de "desacreditar" a la víctima y "poner una cortina ante una realidad que es indiscutible e irrefutable".
La portavoz familiar y abogada de la defensa, Carmen Balfagón, estaba en plató e insistió en dirigirse a su colega con todo el respeto y, además, "cariño", pero ha querido matizar: "no soy la abogada de Daniel, sino la de Rodolfo Sancho y hasta ahora lo único que he dicho que he dicho es que esperamos que en el juicio aparezca la verdad. Mi cliente bastante tiene con lo que tiene siendo padre, porque en Tailandia hay una legislación que nos ha costado mucho". "Aquí nadie ha ganado y siempre hemos tomado una posición de que aquí no hay ni vencedores ni vencidos", ha acercado posiciones el penalista de la familia Arrieta.
El acusado tendrá que responder a muchas preguntas y entre las "claras evidencias" con las que trabaja la triple alianza de abogados de la acusación particular está el material que compró días antes en la isla, cuando las cámaras de seguridad le captaron en un supermercado adquiriendo un cuchillo, una sierra y unas bolsas de basura o la ocultación del pasaporte y el cadáver, algo en lo que también ponían el énfasis en la rueda de prensa previa al juicio. Tal y como repasaba el citado programa, los 80.000 dólares con los que el cirujano viajó al país asiático no han aparecido y tampoco hay rastro de su maleta.