Una de las dudas más frecuentes sobre la limpieza reside en el lavado de toallas. "¿Cada cuánto tiempo hay que cambiarlas?" es, probablemente, la pregunta más común. Lo mismo ocurre con las sábanas, los trapos de cocina y las fundas de edredón. Hay quienes defienden la idea de que las toallas de ducha deben cambiarse cada cinco días, mientras que otros abogan por un uso semanal. La realidad es que ambas partes están equivocadas. El farmacéutico Álvaro Fernández ha desvelado en su perfil de redes sociales la fecha exacta en la que debemos cambiar las toallas de baño para evitar enfermedades.
La falta de higiene puede provocar la aparición de bacterias
Aunque las toallas de baño se utilizan para secar superficies limpias, lo cierto es que acumulan muchas más bacterias de lo que creemos. Así lo ha confirmado el conocido farmacéutico Álvaro Fernández en sus redes sociales donde ofrece consejos sobre bienestar. "Las toallas y los trapos de cocina son el refugio perfecto para microorganismos causantes de enfermedades gastrointestinales y de la piel", comienza a explicar. Por este motivo, cambiar de toalla con frecuencia es más importante de lo que parece. "Lavarla y secarlas bien es la mejor medida preventiva. Pero ¿cada cuánto es lavarlas a menudo?", señala.
Lo cierto es que cambiar las toallas pasada una semana es demasiado tiempo, pero hacerlo en uno o dos días es muy pronto. El experto ha señalado asegura que "obviamente cuanto más tiempo pasan sin lavar, más microrganismos pueden acumular". Álvaro Fernández se ha basado en un estudio científico que quiso despejar todas las dudas sobre este aspecto que afecta a la mayor parte de la población en nuestro país. "Se hizo un estudio recolectando toallas de diferentes casas que llevaban sin lavarse una semana y se vio que en el 89% de ellas había bacterias que podían causar enfermedades leves", defiende.
Además, la parte más negativa del mismo estudio señaló que en el 25% de los casos, las "bacterias podían causar enfermedades graves". Puede parecer que una tarea tan simple como cambiar la toalla de baño es inofensiva, pero no lo es. Según el experto, la mayoría de las bacterias que se acumulan en las toallas fomentan la aparición de enfermedades "del estómago y el intestino también". Para evitarlas, la clave número uno es cuidar nuestra higiene y la de nuestras toallas. Por este motivo, utilizar una a la semana es insuficiente.
"La recomendación definitiva es cambiarlas cada tres o cuatro días", asegura el enfermero Fernández. Además, ha destacad que esta regla es fundamental "especialmente en verano", ya que durante esta época la sudoración es mayor y tendemos a ducharnos más. De lo contrario, una mala higiene puede traducirse en la aparición de bacterias. En segundo lugar, el experto ha destacado la importancia de utilizar una sola toalla por persona. Es decir, "nunca hay que compartir toalla" para minimizar riesgos. " Si uno de los dos tiene una infección, la posibilidad de transmisión es un montón", sentencia el experto en enfermería.
Lo ideal es que, cada persona haga uso de su toalla para evitar contagios innecesarios. Por otro lado, si queremos extremar todavía más las medidas de higiene también podemos utilizar una toalla para cada parte del cuerpo. De hecho, este es un hábito mucho más común de lo que parece. Hay quienes utilizan una para el lavado de cara diario, otra para la ducha y otra para las manos genérica. Cabe destacar que, según las recomendaciones de los expertos, las toallas comunes que se utilizan para el secado de manos cuando tenemos visitas son aquellas que hay que cambiar con más frecuencia.
¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar las sábanas?
En el caso de las sábanas, el lavado debe ser, como mínimo, de una vez por semana. Cambiarlas en tres o cuatro días sin que se hayan manchado es innecesario. Aun así, expertos de la Universidad de Nueva York afirman que una semana es la duración mínima "para asegurar la higiene", mientras que "cambiar las sábanas cada quince días sería el tiempo máximo".
Otro de los trucos que pocos conocen para mantener limpio este espacio es airear la cama. Los expertos en higiene aseguran que lo ideal cada día después de levantarnos es ventilar las sábanas, al menos, durante 20 minutos. Mantener la cama abierta durante este periodo de tiempo es suficiente para que el espacio "respire". Además, si podemos hacer esto mientras que la ventana de la habitación está abierta es mucho mejor. De esta forma, dejamos escapar algunos ácaros que se acumulan entre las sábanas y la sensación a la hora de irnos a la cama será mucho más satisfactoria.