"Con gran tristeza, el equipo ha tenido constancia de la muerte repentina de Tuur Hancke. Hancke corría con nuestro equipo junior desde 2022 y esta era su última temporada en la categoría. Los ciclistas y staff del equipo siempre guardarán un gran recuerdo de Tuur. Ya no estaremos más tiempo juntos para crear nuevos recuerdos".
Emotivas palabras que su equipo, The Lead Out Cycling Academy, ha expresado en su reciente comunicado publicado en Internet tras la trágica noticia de la muerte -con tan solo 19 años- de la joven promesa del ciclismo en Bélgica, Tuur Hancke. "Deseamos a todos los que conocieron a Tuur mucha fuerza, en especial a su familia, sus compañeros y sus amigos dentro y fuera del equipo", terminan.
Una decisión trascendental antes de que, paradójicamente, muriera el mismo día en el que nació hace 19 años
Aunque lo cierto es que, paradójicamente, el deportista belga había decidido, unos días antes solo de su inesperado fallecimiento este mismo lunes, apartarse del ciclismo. Algo que incluso fue anunciado públicamente por el máximo responsable de su equipo, Arne Houtekier. Según ha explicado en el diario extranjero ‘‘ Laatste Nieuwss’, “Hancke se retiró a final de temporada por motivos personales. Tuur se dio cuenta de que no era alguien que pudiera estar en el pelotón profesional en unos años. Y combinar el ciclismo con sus estudios superiores poco a poco se le fue haciendo muy pesado. La intensidad en los entrenamientos y las competiciones es muy alta en nuestro equipo y cada año muchos ciclistas prometedores abandonan por este motivo”, ha dicho.
La prematura muerte de Tuur Hancke es todavía más desafortunada si cabe porque casualmente ha muerto el mismo día de su 19 cumpleaños. Un joven ciclista que decidió retirarse por darse cuenta de que no empezaría a formar parte del grupo profesional de su equipo a corto plazo, pero que seguramente tomaría tan trascendental decisión siendo “siempre respetuoso, siempre sonriente y muy agradable con todo”, como también rezan desde el comunicado oficial mencionado.
El ciclismo de élite: un sacrificio que no todos aguantan
“Aprendí que se necesita muchísimo compromiso, tiempo, energía y sacrificio para llegar a ser un ciclista competitivo de élite . También tengo que recordar que he hecho esta semana de 28,5 horas bajo el sol, y los ciclistas como Ed hacen esto semana tras semana sin importar las condiciones”. Una extenuante declaración que no proviene de ningún aficionado. Quien habla es Jamie Williams, ciclista profesional de Estados Unidos que relata una experiencia con la que deja patentes la dificultad y dureza de un deporte que tanta preparación física y dedicación precisa.
El resto de su relato puede leerse en el diario especializado en deportes ‘Road.cc’, donde el americano explica al detalle su experiencia tras acompañar durante una semana a un deportista de élite de Reino Unido, Ed -no especifica su apellido- de reconocido prestigio haber sido, por ejemplo, campeón británico de carreras en ruta sub-23 de 2022.
La crudeza de su narración evidencia que la bicicleta a esos niveles, obviamente, no es para cualquiera. Porque estas eran las altas expectativas del entrenamiento junto al deportista de élite: "El objetivo era pasar 30 horas sobre el sillín, además de algunas sesiones de acondicionamiento y mucha más estructura de la que había visto en mi vida (...) Recuerdo que en ese momento pensé que ésta era una forma segura de quitarle la diversión a andar en bicicleta;"