Las autoridades en Granada no dan crédito de lo sucedido hace pocos días. Un preso de 29 años pidió a los agentes acudir al hospital tras manifestar cierto malestar en el hombro y un esguince de rodilla. Sin embargo, nadie se imaginó el verdadero plan que tenía entre manos. En las inmediaciones del Hospital de Neurotraumatología y Rehabilitación de Granada se encontraba toda su familia de hasta 70 miembros para ayudar al joven a fugarse.
Las autoridades tuvieron que solicitar refuerzos para lidiar con la complicada situación
Parece un suceso casi de película, de ciencia ficción, pero es real. Todo ocurrió el pasado martes en Granada poco después de que un preso de solo 29 años solicitara asistencia médica. Lo cierto es que este es un derecho de las personas detenidas y las autoridades no iban a negarse. Tampoco ninguno de los agentes se imaginó que el chico tuviera aun plan para fugarse entre manos. Desde el centro penitenciario, los agentes de la Policía Nacional acompañaron al varón al Hospital de Neurotraumatología y Rehabilitación donde debía ser atendido de urgencia. Sin embargo, todo se truncó cuando apareció la familia del joven en las inmediaciones del centro hospitalario. Allí estaban esperando alrededor de 70 de familiares para asaltar a los agentes y liberar al preso.
Las autoridades se percataron de lo ocurrido tan pronto como llegaron al hospital. De hecho, la situación provocó momentos de tensión entre los agentes y los familiares que los obligó a solicitar refuerzos de extrema urgencia. Según el diario ‘Ideal’, un testigo asegura que la situación “fue un espectáculo”. Todo ocurrió a plena luz del día mientras que pacientes, acompañantes y sanitarios visitaban el centro hospitalario con normalidad. Las autoridades tuvieron que escoltar al preso hasta el interior del hospital para evitar que entrase en contacto con los familiares presentes. Aunque no fue nada fácil.
Tras realizar un cordón de seguridad, las autoridades consiguieron introducir al preso en el hospital para que fuese atendido tal y como señalaba su cometido. Allí, el varón de 29 años que cuenta con numerosos antecedentes policiales y es considerado un preso violento según ha informado el Cuerpo Nacional de Policía a ‘Europa Press’ fue atendido por los profesionales sanitarios. Poco después, se percataron de que se había dislocado el hombro de forma voluntaria. El detenido fue trasladado hasta el hospital por un esguince de rodilla y la citada dolencia de hombro. Tras ser atendido por los servicios sanitarios, el joven volvió a dislocarse el hombro hasta en tres ocasiones y exigía dormir en el hospital.
Según ha señalado en el citado medio, el preso comenzó a increpar y amenazar presuntamente a los médicos. Después, el preso fue traslado por los agentes a las dependencias policiales donde quedó a la espera de ser puesto a disposición judicial. Desde entonces, no se han registraron nuevas incidencias en relación con la familia. El suceso que parece casi de película ha generado una gran oleada de reacciones en redes sociales entre ciudadanos sorprendidos tras conocer lo ocurrido. Ningún granadino recuerda que hubiese ocurrido algo así jamás.