Únicamente un insignificante “10 por ciento de nuestra felicidad corresponde a nuestras circunstancias”, explica el célebre estudioso de la felicidad Robert Waldinger basándose en ingentes investigaciones y ensayos sobre psicología positiva. Pero el respetado profesor de Harvard no se queda solo en el desesperanzador dato: se atreve a ir más allá y ofrecer las mejores recomendaciones para completar, lo máximo posible, el enorme porcentaje restante.
Bueno, realmente solo podremos llegar a un nada despreciable 40 por ciento, y es que este ‘sabio’ de la mente ha conseguido analizar casi de forma milimétrica la previsión de la tan ansiada felicidad. "El 50% de nuestra felicidad depende de la genética, un 10% de la circunstancias particulares del momento, y el 40% restante es lo que podemos controlar. ¡A mi me parece que podemos cambiar muchas cosas!", explicó hace unos meses en ‘El Español’.
“Sí que es posible aprender a ser feliz": el gran reto para este nuevo año
“Sí que es posible aprender a ser feliz. Es el resultado de una serie de hábitos y acciones conscientes” asegura contundente en su reciente entrevista concedida a ‘El Confidencial Digital' en la que, principalmente, incide en que las claves son la perseverancia, la constancia y el entrenamiento de la ‘famosa’ Inteligencia Emocional, IE.
“La felicidad no es algo que se logra de forma instantánea, sino que es un proceso gradual, por lo que la paciencia y la perseverancia juegan un gran papel”, reitera el eminente psiquiatra de Nebraska, Estados Unidos, para explicar el camino adecuado hacia la felicidad, junto a las siguientes herramientas. Porque incluso para ser feliz y conseguir un óptimo bienestar emocional, también hay que trabajar. Pero ‘su fruto’ es el más delicioso, con diferencia, para cualquier ser humano.
Ya lo decía Van Gaal: 'Siempre positivo, nunca negativo'
A la tenacidad y la persistencia, Waldinger añade que debes trabajar e incorporar en tu vida la habilidad de la actitud positiva ante la exasperante incertidumbre para la mayoría de los individuos. “Los cambios en nuestra vida, en lugar de verlos como algo negativo, debemos verlos como una oportunidad de crecer y aprender. Al igual que nosotros cambiamos, también lo hace nuestro entorno, por lo que también deberemos aceptar los cambios de nuestros familiares, amigos o compañeros”.
“Las personas que mantienen relaciones cercanas con otras personas se conservan más sanas a medida que envejecen y viven más años (...) Tener buenas relaciones sociales puede ser una fuente de felicidad y apoyo”. El tercer gran pilar para el relevante exponente de la psicología conductual en el mundo. Las relaciones con los demás.
Salud, ¿dinero? y amor: el experto en felicidad desmonta la mítica canción
“Sentir que podemos ser nosotros mismos con la otra persona implicada, que no tenemos por qué ocultar partes importantes de nosotros mismos a la otra persona. Además, es importante sentir que no solo ofrecemos cosas a la otra persona, sino que las recibimos. Y otra cualidad importante es el sentimiento de seguridad”, explica para 'EC' Robert Waldinger, quien considera que los tres factores -conciencia en hábitos para ser feliz, una buen actitud ante la adversidad y las relaciones interpersonales- son igual de importantes para ser, mañana, un poco más felíz que ayer.
¿Y el dinero? Seguro que lo estás pensando. Pues no lo incluye en esta ‘santísima trinidad de la felicidad’, pero como sí explicó en en el diario de Pedro J. Ramírez, los individuos en riesgo de exclusión social cuentan con una desventaja inicial para lograr la felicidad, aunque lo cierto -dice- es que sus estudios están llenos de historias personales donde los apoyos emocionales son la razón principal por la que sus protagonistas consiguieron ser felices. Eso sí, "no hacen falta millones, pero sí un nivel básico de seguridad económica", reconoció.