El comentado gesto del rey Felipe con su madre, la reina Sofía, en el homenaje al papa Francisco y la inmediata reacción de Letizia

La llegada de los reyes Felipe y Letizia a la Nunciatura Apostólica en un coche separado de la reina Sofía ha podido evidencia cómo se comportan ante las cámaras

JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

Reina Sofía
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Dos vehículos llegaban a la Nunciatura Apostólica al norte de Madrid. Del primero descendían los reyes Felipe y Letizia. De luto, como marcaba la ocasión, saludaban directamente a los encargados de la Nunciatura. Iban a firmar el libro de condolencias por al muerte del papa Francisco. Detrás aparecía la reina Sofía. Esta, que llegaba en un coche distinto, se apresuraba a acercarse hasta la entrada.

Mientras el rey saludaba, la reina Letizia se giraba para ver donde estaba su suegra. Esta le hacía un gesto para que no se preocupara. Letizia le ofrecía el brazo para acogerla. La reina Sofía, sonriente como siempre, saludaba a los presentes. Primero le daba dos besos a su nuera. Esta aguantaba el brazo detrás de la reina emérita en símbolo de protección. Después se dirigía a su hijo.

Felipe Letizia y Sofía
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Los gestos de la reina Letizia hacia su suegra eran evidentes. Se preocupaba por acogerla, por ofrecerle ayuda y por hacer que se detuviese ante las cámaras para que inmortalizasen el momento. Letizia está especialmente cariñosa y pendiente de la reina emérita. Esta, a pesar de que se encuentre muy bien de salud, no deja de tener ya una edad avanzada. La preocupación por el estado de la reina Sofía parece que se ha instalado en el seno de Zarzuela.

Muy pendiente

La reina Letizia ha dejado claro en las últimas apariciones en las que ha coincidido con su suegra que está muy pendiente de ella. Ya pasó en verano, cuando la reina Sofia sufrió varios episodios difíciles debido al calor intenso. La reina Letizia se detenía para ver cómo estaba la madre del rey. Desde entones, aunque las ocasiones en las que han estado juntas en público han sido pocas, la tónica ha sido la misma.

Parece que recae en la reina Letizia el estar pendiente de la reina Sofía. Mientras el rey Felipe atiende a los presentes, como en este caso, es la reina la que se muestra muy cercana a Sofía. Hemos podido ver constantes gestos de cariño y comprensión hacia la abuela de sus hijas en la jornada de este martes.

Los tres acudían juntos a la Nunciatura Apostólica en Madrid para presentar sus respetos al papa Francisco y firmar en el libro de condolencias. Antes que ellos lo hacían representantes políticos tanto del gobierno como de la oposición. El fallecimiento del pontífice ha marcado la agenda en estas últimas horas.

Los reyes, tras firmar en el libro, se dirigían de nuevo a palacio para asistir al almuerzo oficial por el Primo Cervantes. La reina Sofía se trasladaba a su propia residencia pues no debía acudir a la comida en esta ocasión. Tal y como llegaban, en dos vehículos, se marchaban de la Nunciatura.

El beso que no llega

No han sido pocas las personas que han comentado, a la luz de las imágenes, el tiempo que ha tardado el rey Felipe en saludar a su madre. Mientras la reina Letizia prestaba atención a su suegra desde el primer momento, el monarca estaba más preocupado por cumplir con los presentes. La emérita trataba de llamar la atención de su hijo con gestos y esperaba paciente a que terminase.

La relación de la reina Sofía con su hijo siempre ha sido cercana. La reina emérita se desvivió por el hoy rey desde su nacimiento. Era el que estaba destinado a ocupar el trono y debía recibir una formación acorde. Llama la atención este encuentro tan poco cercano cuando es el rey Felipe quien suele pronunciar palabras de gratitud y admiración hacia su madre en cuanto tiene ocasión.

Rey Felipe
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Reina Letizia
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Una enseñanza para sus hijas

Aunque en esta ocasión no hemos podido ver a Leonor y Sofía, ambas cumpliendo con sus obligaciones fuera de Madrid, sí ha pasado anteriormente. Las hijas de los reyes son las encargadas de estar pendientes de su abuela Sofía cuando están juntas. Ocurrió en verano, donde pudimos verlas acompañando tanto a Sofía como a Tatiana, prima de la reina y una de sus mejores amigas.

Es una enseñanza que ha transmitido su madre. Aunque es de todos conocido que la relación de las hijas de los reyes con su abuela Sofía no es tan cercana como la que tienen con su abuela Paloma. La madre de la reina Letizia pasa mucho tiempo con sus nietas, sobre todo en fechas señaladas como la Navidad. Algo que no ocurre con la reina emérita.

Tampoco la reina Sofía crió a sus hijos así. La relación de la emérita con sus tres hijos cuando estos eran pequeños no fue sencilla. Una educación férrea y germana que primaba la Corona por encima de las relaciones interpersonales. Así lo vivió ella en su infancia y así lo transmitió a sus hijos.