Estos son los 3 pueblos de España con el nombre más largo: ¿eres capaz de aprendértelos de memoria?

Si hacemos un viaje por nuestra geografía encontramos pueblos con nombres difíciles de recordar por la extensión de su nombre, totalmente de récord

Pablo Casal
Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, en el Bierzo (León)

Hacemos un recorrido por el mapa de España para descubrir cuáles son los pueblos con los nombres más largos de nuestra geografía, algunos de ellos con más de cinco palabras en su topónimo, lo que llama la atención tanto si hacemos una parada en esos lugares, como si vemos el cartel al viajar por carretera y ver los carteles con un título de tal extensión. A menudo, nos sorprenden por curiosos o por la relación que tienen con algún personaje célebre, así como por la ligera diferencia con otros municipios por la regulación para que no sean idénticos, pero en esta ocasión nos referimos a la longitud de su título administrativo, aunque entre ellos solo hay un par de caracteres de distancia. 

Viajamos al Bierzo para descubrir el pueblo con la medalla de bronce

En la provincia de León, dentro de la comarca del Bierzo, podemos encontrar una diversidad de pueblos llenos de encanto y dejarnos deleitar por una gastronomía que empuja a muchos turistas a conocer una zona en la que destaca el impresionante Castillo de los Templarios de Ponferrada o los yacimientos de la antigua explotación minera de Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad desde 1997. 

Hemos estado en Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, que durante años se llevaba la palma en esta llamativa competición por ser el pueblo con el nombre más largo del país, pero que actualmente se lleva la medalla de bronce, aunque también destaca por su encanto especial y las historias que hay tras las paredes de sus casas o leyendas escritas por sus gentes alrededor del río Boeza, que precisamente nace muy cerca de aquí. 

Carmen Álvarez es periodista berciana y nos acompaña en esta expedición que nos ha permitido degustar el famoso botillo en una de sus casas rurales, regentada por familiares de nuestra anfitriona. Nos ha encantado cruzar sus puentes e incluso nos hemos atrevidos a subirnos al escenario ubicado justo al lado de esos hogares en los que nos han demostrado su hospitalidad.

La segunda posición del ranking, también en Castilla y León

Sin haberlo preparado nos ha salido un pareado y es que Castilla y León también se queda con la segunda posición en nuestro particular ranking de pueblos con topónimos extensos. En concreto, se encuentra en Burgos, a poco más de 75 kilómetros de la capital provincial y algo más de una hora de trayecto en coche desde allí. 

Se llama Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja y entre lo más destacado de esta población estaría el Castillo de las Cuevas, el Monumento Natural de Ojo Guareña, el Monasterio de Santa María de Rioseco, en ruinas y la Ermita de San Pedro de Tejada, en un paraje impresionante al lado de la Sierra de la Tesla. 

Pertenece a la comarca de las Merindades, de la que es capital y si viajamos allí, podemos hacer varias rutas para ver el Desfiladero de los Tornos o el Alto de la Mazorra, ya que propone varios recorridos, además de las conocidas como Pasarelas de los Hocinos o la de la cascada de las Pisas. 

En la Comunidad de Madrid está el pueblo con el nombre más largo

Tiene menos de 400 habitantes censados, lo que aporta esa tranquilidad de ser una población pequeña ubicada en la Comunidad de Madrid y está a menos de una hora de muchos puntos de la capital de España, lo que le da la condición ideal para una escapada de fin de semana, incluso para pasar el día y disfrutar de sus atractivos y su oferta gastronómica. 

El nombre más largo de un pueblo en nuestro país es el suyo: Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago, donde podemos hacer un recorrido histórico que nos lleva al encuentro entre Enrique IV y Juana 'La Beltraneja' con la embajada francesa para hacer oficial el enlace de la niña, que tenía solo 8 años de edad y el Conde de Bologne. 

Gargantilla y Pinilla eran dos pueblos separados, hasta que se unieron en el siglo XIX y de esta forma se hicieron con este preciado título, además de sumar riqueza patrimonial, histórica y cultural. En lo que sería el terreno de la primera está la iglesia de San Benito y en el territorio histórico de la segunda de ellas encontramos la de la Santísima Trinidad.