Recientemente, la prensa británica ha puesto el foco en un rincón del norte de España, declarando a Avilés como el mejor destino para disfrutar de tapas, cultura e historia en la región. Según los expertos, la ciudad asturiana está a punto de convertirse en uno de los destinos favoritos entre los viajeros británicos. Muchos se preguntarán ¿Qué hace de Avilés un destino tan atractivo a nivel internacional? La respuesta reside en una mezcla única de tradición, gastronomía y belleza arquitectónica, que la convierte en un destino excepcional para los turistas británicos.
Asturias, en su conjunto, constituye en sí un paraíso para los amantes de la naturaleza, sus playas vírgenes, sus montañas escarpadas y sus exuberantes paisajes verdes ofrecen un contraste notable con las áridas llanuras del sur de España. Pero Avilés sobresale aún más, gracias a su rico patrimonio celta, su impresionante arquitectura y una escena gastronómica que ha cautivado a los paladares más sibaritas. La ciudad ofrece una experiencia culturalmente rica y refrescante, muy diferente a la imagen estereotipada de España que muchos británicos tienen de nuestro país.
Gastronomía: Un festín para los sentidos
Avilés no solo cumple con los altos estándares gastronómicos del resto de España, sino que los supera, ofreciendo una experiencia culinaria más profunda y rica. Los mariscos frescos y las tapas tradicionales son omnipresentes, pero con un toque distintivo. Platos como las fabes con almejas (judías blancas con almejas) son una muestra de esta cocina única. La región de Asturias también es famosa por sus intensos quesos, como el Cabrales y el Gamoneu, que no pueden faltar en cualquier mesa digna de mención de la ciudad. Y aunque el vino asturiano es delicioso, la bebida reina es la sidra.
Una visita obligada es a una "sidrería", donde se puede apreciar el ritual de servir la sidra desde una altura considerable para oxigenarla y conseguir una experiencia refrescante hasta la última gota, que tradicionalmente se vierte en el suelo. Todo un homenaje a la herencia celta de la región.
Una ciudad con un pasado medieval
La ciudad se convirtió en un importante centro de comercio desde la Edad Media, y su mercado medieval de los lunes, que se celebra en la Plaza de los Hermanos Orbón, es un testimonio de esta rica tradición. Este mercado, que data de 1479, sigue siendo un lugar vibrante y lleno de vida, donde los visitantes pueden comprar productos locales y artesanías.
Además, la ciudad presume de un impresionante centro histórico medieval, con calles empedradas que invitan a pasear. Edificios históricos como el Palacio de Ferrera, con sus cuidados jardines, y el moderno Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, un ejemplo de arquitectura contemporánea de vanguardia, representan la dualidad histórica y moderna de la ciudad.
El Teatro Palacio Valdés, un magnífico ejemplo de arquitectura teatral, ofrece la posibilidad de disfrutar de espectáculos de ballet y otras artes escénicas. La Iglesia de San Francisco y las hileras de casas de piedra arenisca y villas de colores brillantes completan un recorrido arquitectónico que abarca siglos de historia.
Playas infinitas a dos pasos de la ciudad
El encanto de Avilés no se limita a su arquitectura y gastronomía. La ciudad se encuentra en una posición privilegiada, con acceso a las tranquilas playas cercanas, lo que permite disfrutar de una mezcla perfecta entre la tranquilidad de la vida urbana y el sosiego de la naturaleza costera. El ambiente es acogedor, con una población amable y servicial que contribuye a la experiencia positiva del visitante.
Parques y espacios verdes
Avilés también cuenta con varios parques y espacios verdes que ofrecen un respiro del bullicio urbano. El Parque de Ferrera, por ejemplo, es un lugar perfecto para dar un paseo tranquilo o disfrutar de un picnic. Este parque, situado en el centro de la ciudad, es un oasis de paz y tranquilidad, ideal para relajarse después de un día explorando los numerosos atractivos de Avilés.
Accesibilidad y conexiones
Avilés es fácilmente accesible desde otras partes de España y Europa. El Aeropuerto de Asturias está situado a solo 15 kilómetros de la ciudad, y hay conexiones regulares de autobús y tren que facilitan el acceso a Avilés. Esta accesibilidad, combinada con la riqueza cultural y la belleza natural de la ciudad, la convierte en un destino ideal para una escapada de fin de semana o unas vacaciones más largas.