Estrenada este 19 de septiembre en Netflix, ‘Monstruos: La historia de Lyle y Eric' sigue la gran estela que supuso ya la primera parte de esta antología, Dhamer, en la que se narraba la vida de este asesino de homosexuales en los 90. También en Estados Unidos, esta segunda serie relata la vida y crimen de dos hermanos que decidieron con tan solo 18 y 21 años acribillar a sus padres a tiros en su mansión de Beverly Hills, Los Ángeles, mientras veían la tele.
El sangriento parricidio sucedió una abrasante madrugada del 20 de agosto de 1989 y tras conseguir despistar a las fuerzas del orden con mafias del lugar, finalmente Erik confesó todo a su psiquiatra. A partir de ahí y dos procesos judiciales después los hermanos terminarían rápidamente entre rejas: fueron condenados en 1996 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Ahora una serie, entonces en directo por televisión
El caso ficcionado ahora tiene tanto éxito porque ya lo consiguió cuando sucedió. Excesivamente mediático porque Court TV emitió casi íntegramente para todos los norteamericanos los procesos judiciales, también contó con un polémico ingrediente que le hizo diferente a otros casos de la década de los 90: la sociedad estadounidense quedó completamente dividida entre los que creían que eran solo unas jóvenes víctimas de unos padres abusadores y maltratadores, o los que consideraban como la fiscalía que simplemente buscaban heredar antes de tiempo una herencia multimillonaria.
Y ellos, que ya llevan en prisión más de 20 años, también han querido ver la serie. Desde luego no tienen nada que perder, por eso han criticado duramente todo lo que les parece deleznable de la serie del reconocido director Ryan Murphy. Por ejemplo, así se despacha Erik en un comunicado posteados en X por su esposa Tammi:
“Creí que habíamos ido más allá de las mentiras y las ruinosas representaciones del personaje de Lyle, creando una caricatura de Lyle basada en mentiras horribles y descaradas que proliferan en la serie. Solo puedo creer que lo hicieron a propósito. Con gran pesar tengo que decir que creo que Ryan Murphy no puede ser tan ingenuo e inexacto acerca de los hechos de nuestras vidas para hacer esto sin tener mala intención”.
Eric destapa todas las "mentiras" de Netflix
Además, el menor de los hermanos Menéndez no duda en señalar que Murphy ha producido una serie en la que avala solo la versión de la fiscalía -la codicia- creída por el magistrado que los envió a prisión. “Es triste para mí saber que la descripción deshonesta de Netflix de las tragedias en torno a nuestro crimen ha hecho que las dolorosas verdades den pasos atrás en el tiempo, hasta una era en la que la fiscalía construyó una narrativa basada en un sistema de creencias de que los hombres no eran víctimas de abuso sexual y que los hombres experimentaban el trauma de la violación de manera diferente que las mujeres”, ha sentenciado.
“Esas horribles mentiras han sido cuestionadas y expuestas por innumerables valientes víctimas durante las últimas dos décadas que han superado su vergüenza y han hablado con valentía. Así que ahora Murphy da forma a su horrible narrativa a través de viles y espantosas representaciones de los personajes de Lyle y de mí y calumnias desalentadoras”, también ha expresado. Hay que recordar que, sin ir más lejos, en 2023 el excantante Roy Roselló denunció haber sido víctima de abuso sexual con tan solo 12 años por el padre de estos, José Menéndez.
Es "patético": así es calificada 'Monstruos' por el entorno de Lyle
Pero mucho más controvertido es lo que denuncia el entorno de Lyle a través de su perfil en Facebook. Califican de “absurda” la insinuación que la exitosa serie hace de que Lyle y Erik existía una relación incestuosa. “Así que estos guionistas se levantaron por la mañana, comieron sus cereales y fueron a una oficina, donde decidieron mentir sobre los supervivientes de violaciones que habían sufrido todos los días de sus vidas. Los profesionales hicieron esto por dinero. Qué irónico. Nunca lo olvidéis: hubo más pruebas de abuso en el primer juicio que en la mayoría de los procesamientos exitosos por abuso infantil. Tenían una gran cantidad de material del que sacar provecho, ¿y esto es lo que eligieron hacer? Es ridículo. Es patético. Y es revictimizante. Es imaginario. Es ficción”.
Ambos terminan sus comunicados con frases lapidantes que, desde luego, dejan en muy mal lugar a un cineasta que ha pervertido tan delicada historia real. Mientras que Eric acusa a Ryan Murphy de “socavar décadas de progreso para arrojar luz sobre el trauma infantil”, el círculo de Lyle se hace esta pregunta en redes sociales: “¿Por qué las víctimas masculinas de agresión sexual no denuncian? Porque tienen miedo de toparse con personas como las personas que crearon esta basura. ¡Es por eso!"