Nadie se imaginó que una discoteca que abría con frecuencia podría convertirse en un terrible escenario mortal. Fue el 1 de octubre cuando los locales Teatre y Fonda Milagros de Murcia se incendiaban terminando con la vida de 13 personas. Un año después, afectados y familiares de las víctimas han vuelto a hablar pidiendo Justicia a las administraciones que gestionan el proceso.
La trágica noche del 1 de octubre
La madrugada del 1 de octubre es recordada por cientos de personas como una tragedia y el peor día de sus vidas. Algunos de los jóvenes que vivieron el aterrador momento aseguran que fue una verdadera pesadilla. Ambos locales, ubicados uno junto al otro, estaban repletos de personas aquella noche. Todavía no había amanecido cuando una hilera de humo gris salía por uno de los edificios. Las primeras llamas del incendio se originaron en el local Teatre y en apenas minutos se extendieron hacia el local contiguo. Fonda de Milagros. Poco después, los servicios de emergencias del 112 recibían varias llamadas alertando de que algo no iba bien. No fue hasta las 6:02 horas de la madrugada que la seguridad de los locales evacuó ambas discotecas tras percatarse de que un incendio yacía en su interior. Poco después, llegaban los servicios de emergencias hasta el lugar. Mientras que los bomberos trabajaban sobre las labores de extinción del fuego, las ambulancias comenzaron a atender a los heridos en las inmediaciones de las discotecas, aunque no todo el mundo había conseguido salir de allí.
Según Pedro Antonio Guirao, jefe del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Murcia, los bomberos pudieron rescatar solo a una persona que todavía deambulaba por el suelo de una de las discotecas entre el humo y las llamas. Otros supervivientes que lograron salir a tiempo de los locales aseguran que los últimos momentos allí fueron aterradores. “Intentábamos buscar la salida, pero no podíamos ver nada”, señala una de ellas en ‘Antena3 Noticias’. “Nosotras estuvimos en los balcones de arriba, al lado de donde desgraciadamente murieron todas las personas. Fue un milagro que nosotras pudiésemos salir. Algo falló detrás mío y ya supimos que no iba a salir nadie más”, explica en el mismo medio su amiga con la que acudió a Fonda entre lágrimas. Solo quienes conocían bien la discoteca con un golpe de suerte consiguieron salir de allí. La sala se volvió completamente oscura y solo se podría percibir el humo en el ambiente.
Desgraciadamente, 13 personas restantes quedaron atrapadas en la segunda planta de Fonda Milagros y murieron en el incendio. Es el caso de Leidy Paola, una joven de 28 años que no pudo salir del baño junto a su novio. “Uno nunca cree que vaya a pasar por algo así, el dolor es permanente, y la frustración es muy grande porque sabemos que su muerte fue con un tremendo sufrimiento”, explica en ‘elDiario.es’ Jairo, el padre de la joven. Leidy Paola sabía que no podían salir del lugar y, tristemente, le envió un mensaje de despedida a su madre instantes antes de perder la vida. "Mami, la amo, vamos a morir", señala el último mensaje de la joven. Al igual que Jairo y su mujer, el resto de los familiares de las víctimas están destrozados tras lo ocurrido. Desde entonces, todos ellos han pedido Justicia para las víctimas por la negligente actuación de los locales. Al parecer, ninguno de ellos tenía licencia para operar desde hacía casi dos años. No obstante, los familiares de las víctimas también han señalado al Ayuntamiento de Murcia como responsable de lo ocurrido por no supervisar sus actividades.
Los avances del proceso judicial un año después
Desde que comenzó el proceso judicial del caso, un total de seis investigados imputados inicialmente y 17 testigos han comparecido ante la jueza. Durante el proceso que todavía no ha terminado se han generado más de 3.800 archivos. Aun así, los afectados y sus abogados se han mostrado disgustados con este proceso. “Muchas personas se han quedado desamparadas. Tras la tragedia todo eran buenas intenciones, pero se han disuelto como la lluvia”, señala Pedro López Graña, el letrado que representa a una decena de familiares de dos de las víctimas en ‘elDiraio.es’. Por este motivo, todos ellos piden que el compromiso de las administraciones sea mayor y se haga Justicia contra quienes no cumplían la ley. “Consideramos que deben hacer un mínimo esfuerzo y prestar apoyo emocional y económico”, sostiene el mismo letrado. En esta misma línea, el abogado ha solicitado a los responsables que pidan perdón y reconozcan los hechos. Eso nos ayudaría un poco. En este caso el Ayuntamiento principalmente tendría que decirlo y aceptarlo. Hay muchos que cometieron negligencias, también los propietarios de las discotecas. Era imposible acceder a las salidas de emergencia. Estaban llenas de cajas de cerveza. Además, la discoteca no tenía electricidad, tenía una un generador de corriente, lo cual hace que se apagara instantáneamente con el fuego. Los materiales de la decoración eran altamente inflamables", señala en ‘Antena3 Noticias’ Jairo.