Un día después de que el tribunal de Koh Samui le declarara culpable, en primera instancia, del asesinato premeditado de Edwin Arrieta, Daniel Sancho (30 años) abandonaba la prisión de la isla, en la que permanecía a la espera de sentencia desde el 7 de agosto de 2023, cuando fue detenido tras la reconstrucción de los hechos en el bungaló de Koh Pha Ngan. En su nuevo destino, ya en la península tailandesa, tuvo que pasar por un período de aislamiento que se contempla en el protocolo de acceso para los nuevos reclusos, debido a las medidas que el país tiene impuestas para evitar contagios masivos desde la pandemia del Covid-19.
Ha pasado un mes, el tiempo estipulado, así que el hijo de Rodolfo Sancho (49 años) y Silvia Bronchalo (49) ya forma parte de la gran comunidad de presos en el centro penitenciario de Surat Thani, que destaca, como otras cárceles del país, por la masificación, ya que acoge al doble de personas de las que debería por su capacidad. Ahora puede volver a hacer ejercicio y practicar el deporte nacional al que se ha aficionado, el muay thai, pero el resto de condiciones de su nueva estancia son muy distintas a las que estaba acostumbrado.
Adaptarse no será fácil y aunque su madre insistía en sus últimas declaraciones en que "es fuerte", este lunes la abogada Teresa Bueyes abordaba en la mesa del programa 'Juntos' la difícil situación a la que se enfrenta en este correcional, en el que tendría que estar hasta que se resuelvan los recursos y la sentencia sea firme, ya que en ese momento se le trasladaría al centro que acoja a los condenados con la pena que finalmente le sea impuesta después de las alegaciones de sus abogados en apelación y casación.
Daniel Sancho sale del módulo de aislamiento en la cárcel de Surat Thani
El jueves, 3 de octubre, la portavoz de la familia Sancho, Carmen Balfagón, recordaba que Daniel continuaba en el módulo de aislamiento de la prisión de Surat Thani hasta el día siguiente, ya que así estaba estipulado para los nuevos reclusos. Una de las cosas que la abogada destacaba es el hecho de que no pudiera hacer deporte, ya que es consciente de que eso "lo lleva mal", pero sí aclaraba que en esa situación de inicio podía leer y venía a confirmar que sí había recibido libros, aunque prefería no entrar en los presuntos regalos de su abuela Noela, ya que no pretende entrar nunca en cuestiones meramente personales y únicamente responde a las cuestiones relacionadas con el tema penitenciario y el proceso judicial. "Está solo", decía la también criminóloga respondiendo a las informaciones que habían trascendido sobre la compañía que había tenido a lo largo de estas semanas.
A pesar de ese "aislamiento", podría haber compartido espacio con un grupo de tailandeses y un austriaco, quienes habrían entrado también en las mismas fechas en el centro penitenciario y el hijo de Rodolfo Sancho solo podría haber entablado conversaciones con el último de ellos, ya que es el único que hablaba inglés, tal y como repasaba el periodista Edu Calle en 'Juntos': "Ahora sí Daniel Sancho se enfrenta a la que será realmente su vida en prisión. Pasa a compartir espacio con el resto de presos tras un período de adaptación en el módulo 6 de alta seguridad, donde ha compartido celda con 14 compañeros, todos asiáticos, menos un austriaco". Ya en sus declaraciones a 'Efe', su madre Silvia Bronchalo hablaba de que "dentro de lo malo, está bien porque es muy fuerte", pero también recordaba que en su nuevo destino había más restricciones en el régimen de visitas.
De Koh Samui a Surat Thani: el "infierno" al que se enfrenta Daniel Sancho
La vida carcelaria de Daniel da ahora un giro radical y es que tal y como repasaba Edu Calle, la nueva prisión no solo aloja al doble de presos de su capacidad, sino que multiplica por 10 el número de compañeros que tenía en la prisión de Koh Samui: "Sancho estará rodeado de los presos más peligrosos del país y sin la protección que tenía hasta ahora, sin el compañero que, al parecer. le cubría la espalda hasta ahora. Además de la masificación, la falta de higiene y las deficiencias en la alimentación serán parte de su vida". Una de las claves será la convivencia, porque aunque el inspector de policía Serafín Giraldo asegura que le puede ayudar el hecho de que "tiene dinero", también puede jugar en su contra y sumar peligro a su estancia en Surat Thani, donde los expertos ya le han aconsejado que trate de pasar desapercibido, como si fuera "un fantasma".
La abogada Teresa Bueyes, colaboradora habitual del programa, apoyaba el comentario que hacía también el periodista Ángel Moya sobre "las malas condiciones de insalubridad" y ella va más allá en lo que prevé que le espera al hijo de Rodolfo Sancho en su nuevo centro penitenciario: "En Tailandia se comen las cucarachas asadas y aquí se las van a comer crudas, porque a parte de la poca comida, las infecciones por la humedad son terribles y hay muchas enfermedades contagiosas. Ahora mismo está en el infierno, en una alcantarilla rodeado, es el inframundo y a veces no se pueden tumbar para dormir". Además, recuerda que tienen que llevar "grilletes de 3 kilos y medio en la pierna" y desea que "pueda aguantar esa asistencia", ya que es una situación "terrible".