La Cuaresma, que en 2024 ha comprendido entre el 14 de febrero y se extiende hasta el Jueves Santo, 28 de marzo, tiene unas características, responde a un motivo por el que tiene una duración determinada y para algunas personas es tiempo de ciertos sacrificios. Hay un motivo por el que no salen las cuentas si sumamos los días que comprende este período y lo que marcan las escrituras, así que vamos a explicar desde el origen este tiempo litúrgico en la que muchos religiosos se preparan para la Pascua.
El año litúrgico y la Cuaresma
Tal y como explica el profesor de religión y creador de contenidos teológico Abel de Jesús en su canal de 'YouTube', el año cristiano está dividido en períodos litúrgicos que responden a diferentes etapas, también conocidas como "elementos de fe", en una narrativa en la que podemos encontrar el Adviento hasta la llegada de la Navidad, seguida de la Cuaresma para llegar a la Pascua y con un Tiempo Ordinario posterior a la Resurrección cuando termina la Semana Santa.
Uno de esos intervalos, en el que nos encontramos, tiene su origen etimológico en la palabra "cuadragésima", debido a los 40 días anteriores a la celebración de la Resurrección, en los que según las escrituras Jesús estuvo caminando por el desierto practicando el ayuno y enfrentándose a numerosas tentaciones de Satanás. Por otro lado, también hace referencia a los 40 años que los israelitas permanecieron en ese lugar hasta llegar a la tierra prometida.
"El proceso de fijación siempre tuvo que ver con la preparación para la Pascua y que el ayuno era parte esencial, que se prolonga durante estos 40 días y se institucionalizó ya en la Iglesia de Roma en torno al siglo IV", detalla el docente, que posteriormente pasa a encontrar la explicación a que la duración no encaje del todo con el número exacto del que venimos hablando en el calendario, aunque hay dos posibilidades según la fuente a la que acudamos.
Otra de las claves es el inicio de esta fase, en el Miércoles de Ceniza, que no se fija siempre en la misma fecha, ya que si este año ha coincidido en la víspera del ecuador del mes de febrero, en 2025 corresponderá al 5 de marzo, con lo que la Semana Santa llegará más tarde. Está precedido por el Martes de Carnaval y marca un inicio con el rito de la incineración de las palmas que fueron bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior, así como "un símbolo de arrepentimiento con esa ceniza sobre la cabeza". Tal y como indica la Biblia, a partir de ese momento se debe guardar ayuno, oración y sacrificio hasta el momento de su conclusión.
¿Por qué no son exactamente 40 días de Cuaresma?
"Cuando Pablo VI, en la reforma litúrgica, estableció el nuevo calendario de la Iglesia Católica puso que la Cuaresma comenzaba el Miércoles de Ceniza y que terminaba el Jueves Santo, lo que supone un total de 44 días", comienza Abel haciendo referencia a la revisión que se hizo en el Concilio Vaticano para dar paso al motivo por el que este período no responde exactamente a los 40 días a los que debe su nombre.
Para dar con la clave de estos "días extra", el 'influencer' religioso acude, en primer lugar, a la explicación más sencilla, "aquella que dice que comienza el Miércoles de Ceniza y que se prolonga hasta el Domingo de Ramos y esto se adecúa más a la actual situación del calendario litúrgico". De esta forma, se diferenciaría perfectamente el tiempo previo del de la semana propia de conmemoración, según lo cual se vería como "un compartimento", pero fuera de esos siete días.
Otra alternativa, dibuja en el vídeo, sería comenzar a contar el primer domingo de este tiempo de "abstinencia, limosna y ayuno". En cuanto a estos sacrificios, el más conocido es el que habla de no comer carne en Viernes Santo, extendido muchas veces a todos los de este período, pero Abel acude al Código de Derecho Canónico para detallar que en ese caso solo se contempla la "abstinecia" de estas "armas" de esta etapa y recuerda que, a veces, "nos quedamos solo en los signos externos".
Según la explicación del portal 'The United Methodist Church', en este conjunto de jornadas hasta la Resurrección de Jesús hay que excluir los domingos de la Cuaresma, que son muy relevantes, - tal y como se remarca en la revalorización del Día del Señor en el Concilio Vaticano al que hacíamos referencia anteriormente -, pero se quedan fuera de la suma total. Si leemos al detalle, encontramos que según esta congregación el final de este lapso de tiempo estaría en el Sábado Santo, también conocido como 'De Gloria', al ser la víspera de la Pascua.