¿Cuál es tu cronotipo según la ciencia?: el momento del día para un mayor rendimiento depende del ritmo circadiano

El ritmo circadiano juega un papel clave sobre los hábitos que necesita el cuerpo para reparase y rendir al máximo en las actividades diarias.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Sueño
CANVA

Los patrones de actividad y sueño que posee cada persona conocidos como 'cronotipos' son mucho más importantes de lo que creemos. De hecho, son capaces de cambiar por completo nuestros niveles de productividad y bienestar diarios. Conocer cuál es el que mejor se adapta a nuestro cuerpo es clave para mantener un ritmo de vida sano y equilibrado. Más allá de las personas matutinas y vespertinas, los expertos hablan de cuatro tipos.

¿Cuál es tu cronotipo según la ciencia?

Conocer en qué momento del día somos más productivos es fundamental para organizar y cumplir con las tareas y obligaciones pendientes. De lo contrario, un simple quehacer puede convertirse en nuestra peor pesadilla. Trabajar en momentos en los que somos menos productivos también puede aumentar las ganas de procrastinar. En definitiva, esto es un problema. Para evitarlo y sacar el mayor rendimiento posible a las tareas del día a día es clave conocer nuestro cronotipo.

El cronotipo se refiere a las variaciones del ritmo circadiano. Los cambios en los neurotransmisores y la actividad cerebral se reflejan en la capacidad de adaptación de los seres vivos al medio ambiente que les rodea”, explica la psicóloga Paula Ramírez en 'Elle'. Este ritmo circadiano al que se refiere la experta juega un papel clave sobre los hábitos que necesita el cuerpo para reparase. "Son importantes para regular los patrones de sueño, permiten que el organismo anticipe y se adapte a los cambios ambientales regulares, optimizando sus funciones biológicas para diferentes momentos del día", cuenta la biotecnóloga Sandra Ferreiro en 'Telecinco'.

Uno de los ejemplos que expone la experta es "la liberación de melatonina". "Una hormona que induce el sueño y aumenta durante la noche en respuesta a la oscuridad, ayudando a preparar el cuerpo para el descanso", añade. Según el ritmo biológico de cada persona, se puede ser vespertina, madrugadora, nocturna o matutina. “Se considera una persona matutina aquella que madruga sin dificultad y puede activarse de forma natural desde primera hora de la mañana. Por otro lado, la persona vespertina sería aquella que se activa por la tarde o la noche, rindiendo más en esta franja diaria”, explica Paula Ramírez en el citado medio. 

Por este motivo, la ciencia diferencia cuatro tipos para cada cronotipo. El menos común es el 'delfín' que se presenta en el 14% de la población. En esta franja se encuentran aquellas personas que sienten más cansadas entre las 2:00 y las 3:00 horas de la madrugada y tienden a despertarse entre las 10:00 y las 11:30 horas de la mañana. En segundo lugar, en cuento a frecuencia se sitúa 'el león'.

Alrededor de un 15% de la población se encuentra más cansada entre las 21:00 y las 21:30 horas. Por el contrario, tiende a despertarse entre las 4:00 y las 5:00 horas de la mañana. A este grupo de personas se le recomienda realizar las tareas y obligaciones más importantes antes de que el resto se despierte. El tercer tipo, que es algo más común con un 34% de frecuencia, se encuentra 'el oso'. A este cronotipo corresponden las personas que sienten más cansadas entre las 21:30 y las 22:45 horas del día y tiende a despertarse entre las 5:00 y las 6:30 horas de la mañana. En este caso lo más inteligente es utilizar las mañanas para realizar las tareas que requieran más esfuerzo y concentración.

En cuarto y último lugar se encuentran las personas 'lobo'. Según la ciencia, son aquel 37% de la población que se siente más se siente cansada entre las 00:45 y las 2:00 horas e intentan despertarse entre las 8:30 y las 10:00 horas de la mañana. En estos casos, la mejor idea es planificar las actividades más importantes de cara a la tarde. Aunque a priori es una situación que caracteriza y acompaña a cada persona, lo cierto es que esta situación puede entrenarse. Es cuestión de adaptar una serie de hábitos distintos para dar un nuevo enfoque a la rutina que forma parte de nuestras vidas. 

Las capacidades de las personas y el nivel de rendimiento depende en gran parte del cronotipo

Según los perfiles que ha desarrollado Paula Ramírez en el citado medio, las personas vespertinas son aquellas que se caracterizan por adquirir hábitos menos saludables, como el consumo de tabaco o alcohol. No obstante, es cierto que este tipo de personas suelen ser más flexibles y poseen una mayor capacidad para adaptarse a nuevas situaciones. Por otro lado, las personas matutinas suelen se asocian con mayor frecuencia con una personalidad persistente y algo más ambiciosa que el anterior grupo.

Este tipo de personas suelen enfocarse en metas más altas. Por norma general, también tienden a experimentan una mayor sensación bienestar. También la ciencia y los diversos estudios sobre el ritmo circadiano aseguran que las personas vespertinas presentan una capacidad cognitiva mayor. También suelen manifestar una velocidad de procesamiento más rápida que el resto.

“Existen estudios que señalan que las personas con puntuaciones más altas en coeficiente intelectual (CI) tienen mayor aptitud para producir durante la noche, mientras que las personas con CI más bajo realizaban actividades durante el día”, añade Paula Ramírez. En cualquier caso, gran parte de estas condiciones pueden entrenarse y cambiarse con hábitos saludables y pautados acompañados de otras actividades necesarias y también clave como la alimentación o el ejercicio físico.