Ya han trascendido los datos de la autopsia preliminar del cadáver del joven británico Jay Slater, desaparecido durante este verano en Tenerife y cuyo cuerpo apareció en el barranco de La Masca el 17 de julio, y los resultados no desvelan otra hipótesis que la que se barajaba hasta ahora: el de 19 años murió a razón de una “caída o salto desde una altura”.
La información ha sido publicada recientemente por la prensa de Reino Unido, donde también se indica que la familia está a la espera de que las autoridades judiciales españolas les permitan trasladar el cuerpo a su localidad, Oswaldtwistle, para darle allí así el último adiós antes de enterrarlo. El joven fallecido accidentalmente tendrá "la despedida que se merece", según explicó su madre hace unos días en Sky News.
El cadáver de Jay se encontraba en una zona natural muy peligrosa
Debbie Duncan, la progenitora de Jay, abrió una cuenta en GoFundMe bajo el nombre 'Get Jay Slater home' a los pocos días de la desaparición para poder financiar la búsqueda del joven por su cuenta. Casi 80.000 euros que han sido usados solo en parte por el rápido desenlace, y que ahora su madre utilizará para los siguientes gastos: “Estamos trabajando con agencias para organizar la repatriación de Jay al Reino Unido y los fondos restantes, junto con cualquier donación futura, se utilizarán para ayudar con esto si es necesario y para pagar los gastos del funeral de Jay en casa", dijo también para Sky News.
El cuerpo sin vida de Slater fue encontrado el martes 16 de julio por el GREIM, el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña, tras muchos días de intensas búsquedas encabezabas por un fuerte dispositivo de rastreo compuesto por drones o helicópteros. Aunque el cadáver fue rápidamente identificado gracias a las huellas dactilares y la documentación del inglés, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias ya avisó de que “la autopsia con la plena identificación del cadáver y las causas del fallecimiento tardarán porque el cuerpo estaba muy deteriorado”.
Politraumatismo compatible con una caída en zona rocosa
El cadáver de Jay fue encontrado en una zona muy específica del Valle de Tena, al norte de la isla, famosa por su peligrosidad e inaccesibilidad. Es por ello que ya en los estudios preliminares el análisis era el mismo que el que ahora por fin se confirma la autopsia: un politraumatismo compatible con una caída en zona rocosa.
���Todo apunta a una caída accidental” dijeron entonces desde la oficina de comunicación del TSJC y que ahora ya por fin queda confirmado por los forenses. Fortuita muerte para un joven que únicamente viajó a la isla canaria para disfrutar de un festival de música al sur de la isla pero que había dejado posibles indicios de una desaparición más oscura: pasó unas horas con unos desconocidos mucho más mayores que él y robó un reloj marca Rolex de más de 13.000 euros justo antes de esfumarse.
La última noche de Jay antes de desaparecer
Sería la última noche del festival la que marcaría el triste destino de Jay: fue cuando el joven tomó la arriesgada decisión de desplazarse al norte de la isla, por la zona de Masca, a la casa de estos dos británicos que le invitaron a seguir la fiesta allí. Al día siguiente quiso volver al apartamento que compartía con sus amigos, al que nunca llegó.
Según contó a la policía uno de su amigos con los que compartió viaje a la isla, en la última llamada que les hizo Slater antes de quedarse sin batería en el teléfono este les dijo que había perdido el autobús para regresar a la otra punta de la isla, por lo que había optado por hacer una travesía casi imposible de 12 horas de vuelta atravesando montañas y valles. También “tenía mucha sed”.
Y su última llamada
Acto seguido a la llamada es cuando los amigos denunciaron preocupados su desaparición. Según expertos de la zona, el lugar donde se encontró el cadáver del inglés coincidía con uno de los puntos del trazado de una segunda ruta más rápida pero más insegura que la indicada para recorrer la isla de norte a sur a pie.
Jay, supuestamente, optó por un camino mucho más arriesgado que implicaba atravesar el barranco de Masca, tan peligroso que el día que las autoridades organizaron una búsqueda masiva por la zona en la que también solicitaban la participación ciudadana, en el propio anuncio publicado en redes sociales y otros medios dejaban claro que dichos voluntarios tenían que ser montañeros profesionales o bien conocer en profundidad todos los misterios de un lugar natural al que nadie recomienda ir sin compañía experta.