Ni una crítica constructiva. Las palabras tanto de Marcos García-Montes como de Carmen Balfagón horas después de conocer el veredicto de la Corte de Koh Samui no escondían ni un atisbo de cambio o arrepentimiento. La estrategia procesal de la defensa ha fallado. Es una obviedad contanto que Sancho se enfrenta al peor veredicto posible. Únicamente habría sido más contundente una sentencia a pena de muerte pero, tal y como se ha afirmado hoy, es la propia sentencia la que recoge la rebaja de la pena por la cooperación del acusado.
Sancho ha sido condenado, finalmente, a cadena perpetua. Un revés para la defensa del hijo de Rodolfo Sancho que se mostraba optimista hace tan solo veinticuatro horas. El letrado enargado de la estrategia judicial parecía seguro: únicamente contemplaba hasta ocho años de prisión. No ha sido así. La Corte de Koh Samui ha comprado de forma íntegra la versión de la Fiscalía y de la policía que realizó la investigación. Daniel Sancho es culpable.
Son varios los puntos de la estrategia que ha seguido la defensa de Daniel Sancho que, a la luz del veredicto, son difíciles de comprender. Decisiones tomadas a lo largo de estos meses que no han ayudado a que su defendido haya obtenido una mejor sentencia. Errores, podría decirse, que nadie comprende:
El despido del primer abogado de Daniel Sancho
La defensa de Daniel Sancho, en un primer momento, no se atribuyó a Marcos García-Montes. Tras una primera asistencia de oficio durante la detención, la familia de Daniel Sancho contrató los servicios de uno de los mejores penalistas de Tailandia. Khun Anan se encargó de las primeras declaraciones del joven y de marcar la primera estrategia. Hasta que llegó Marcos García-Montes. Sin que nadie supiese nada, Anan dejó de llevar el caso de Sancho.
Lo que en un primer momento se quiso hacer pasar por un fin de relación contractual amable y amistoso no fue así. El propio Anan afirmó estar harto y ninguneado por Rodolfo Sancho y el nuevo equipo legal que había buscado en España. Sus desavenencias con García-Montes fueron la gota que colmó el vaso. Empezó ahí un periplo para encontrar un letrado tailandés que quisiese hacerse cargo del caso. No fue fácil.
Finalmente recurrieron a un abogado de oficio que únicamente se dedicase a aplicar las consignas marcadas desde España. El motivo principal por el que ninguno de los letrados con los que se reunieron aceptaron el encargo.
El cambio de rumbo en las declaraciones de Daniel Sancho
Entre las primeras declaraciones de Daniel Sancho y las que realizó ya en sede judicial hubo un cambio significativo. El joven pasó de reconocer, según afirmó la policía, el crimen a declararse inocente de la muerte de Edwin Arrieta. Como es bien sabido por cualquier que conozca algo de derecho, el cambio constante de declaraciones nunca juega en favor del acusado. No lo ha hecho en este caso tampoco.
A partir de entonces, Sancho se mantendría firme en su versión de la pelea y la muerte accidental. Algo que el tribunal no ha entendido así. La Corte de Koh Samui ha condenado al joven por asesinato con premeditación. Sancho planeó la muerte de Edwin Arrieta y realizó acciones suficientes para lograrlo. Era el grueso del proceso. De no existir esta premeditación, la sentencia hubiese sido mucho más beneficiosa.
La incoherencia con la investigación policial del caso
Mientras se aseguraba que había un completo respeto por las diligencias policiales y la profesionalidad de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, la defensa de Daniel Sancho argumentaba que existían fallos en la investigación e incongruencias. Cabe recordar que durante las primeras semanas de investigación se afirmó por parte del entorno de Sancho que las autoridades tailandesas estaban muy pendientes de todo lo que se decía en España y que había que mostrar respeto.
A partir de ahí se pasó a un análisis de las actuaciones policiales reafirmándose en varias ocasiones en que estas no se realizaron de forma correcta. Incluso se montó una rueda de prensa del equipo legal de Daniel Sancho para explicar qué pruebas había y por qué no podían ser tenidas en cuenta. Aun así, la cooperación de Sancho con la investigación ha sido determinante para que el tribunal no le condene a pena de muerte.
Poner el foco en la ausencia o no de premeditación
Hay voces que están ya afirmando que otra estrategia era posible. Si bien, es cierto que hacerlo ya con la sentencia en la mano es mucho más fácil. La defensa de Daniel Sancho se aferró a la versión del joven y centró todas sus cartas en la existencia o no de premeditación. Algo muy difícil de probar, teniendo en cuenta la cantidad de pruebas recogidas por la policía. Desde la compra de los cuchillos con los que se descuartizó el cuerpo hasta la grabación de numerosas cámaras de seguridad.
Era complicado desmontar todas las pruebas y lograr que se entendiese que todo había sido fruto de una cadena de casualidades. La Corte de Koh Samui, de hecho, no lo ha entendido así. Daniel Sancho ha terminado siendo condenado por un asesinato con premeditación. A falta de conocer los argumentos concretos que han motivado la sentencia, está claro que el tribunal no ha comprado las tesis de la defensa.
La estrategia de comunicación del entorno de Daniel Sancho
La estrategia de comunicación del equipo de defensa de Daniel Sancho ha sido compleja. No era fácil lidiar con un caso con una enorme expectación a nivel internacional. Tampoco con un caso tan grave como el que salpica a la familia Sancho. El actor, de hecho, fichó a dos portavoces para que participasen en las tertulias televisivas y pudiesen ofrecer detalles y aclarar circunstancias. Y así se hizo. En todo momento, Carmen Balfagón y Ramón Chipirrás atendieron a los medios con prontitud y rapidez.
No obstante, la confusión entre portavocía y equipo legal nunca quedó clara. Tampoco ayudó la actitud con la que Rodolfo Sancho se presentó ante la prensa. Desde luego, nada hubiese cambiado en la sentencia de haber actuado de una u otra forma, es cierto. Pero también lo es que se afirmó que desde Tailandia se estaba muy atento a cada cosa que se decía en España. Ahí ya es más complicado de casar todo.
Queda todavía un camino por recorrer. Meses en los que se resolverá el recurso que se presentará en breve. Ahora es difícil cambiar el rumbo procesal porque, como ha dicho este jueves Carmen Balfagón, la estrategia esta y no hay otra. Se ha basado en todo lo que ha contado Daniel. ¿Cómo terminará el caso Sancho?