La ciencia y sus respuestas: así afecta a nuestro cerebro acostarnos de madrugada

Un estudio publicado en la revista 'Psychiatry Research' dicta sentencia sobre las consecuencias de no irse a la cama antes de la 1 de la madrugada

Pablo Casal
Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

Persona durmiendo en la medianoche
Canva

Cada año, uno de los propósitos que más nos repetimos es aquel que quiere empujarnos a la cama más temprano, por esto de descansar mejor y no ser, dice mi madre, "un mapache" al día siguiente. Lo cierto es que lo conseguimos a veces y hay personas que han modificado completamente su rutina, incluso en lo que se refiere al ejercicio físico, para apagar la luz antes de las 10 de la noche y poder madrugar al día siguiente con las ocho horas reglamentarias, aunque esta última palabra también podríamos ponerla entre comillas, ya que también depende de la edad.

La prestigiosa revista 'Psychiatry Research' ha publicado un nuevo estudio en el que se observan conclusiones interesantes sobre la barrera que no deberíamos cruzar durante demasiado tiempo en nuestros hábitos de sueño, ya que acostarnos más allá de la medianoche constantemente puede perjudicar a nuestra salud mental, pero vamos a ver con detalle cuál es la hora exacta que han fijado y los trastornos a los que hacen referencia.

Acostarse más tarde de la 1 de la madrugada puede tener consecuencias en nuestra salud mental

No es tan relevante ponernos demasiado serios con los adverbios, porque más tarde o más temprano, la preferencia de sueño es muy relativa y precisamente es la primera conclusión a la que llevaban los investigadores que han participado en el estudio publicado en la revista 'Psychiatry Research', quienes han establecido una comparativa de ese "cronotipo: horario de sueño preferido" con "el comportamiento real" de un grupo de casi 74.000 personas en Reino Unido. Pensaban que la clave iba a estar en que esas dos realidades fueran de la mano, pero no es tanto así. "Las personas con preferencia matutina que se acuestan temprano, - a las que se refieren como alineadas -, tienen mejor salud mental". Al otro lado, quienes también están en línea en el lado opuesto fieles al momento del día en el que prefieren mantenerse despiertas, - los que son más noctámbulos y se despiertan tarde -, sufren peores consecuencias. 

“Descubrimos que la alineación con el cronotipo no es crucial en este caso, y que en realidad es quedarse despierto hasta tarde lo que no es bueno para la salud mental”, anunciaba el profesor de Psiquiatría de la Universidad de Stanford que ha estado al frente de este estudio, en el que por otro lado se preguntan por qué ocurre esto. "Entre los participantes, 19.065 se identificaron como tipo matutino, 6.844 como tipo vespertino y 47.979 como algo intermedio", detalla el 'New York Post' al hacerse eco de las reflexiones que han hecho los expertos, quienes concluyen que lo que puede llegar a ser perjudicial no es tanto alejarse de la preferencia o cronotipo, sino irnos a la cama demasiado tarde, más allá de la 1 de la madrugada. 

En concreto, los defensores de mantener el ojo abierto durante la madrugada, aquellos que prefieren aprovechar el silencio nocturno para estudiar, escribir o para algo mucho más ocioso, como puede ser disfrutar de una serie o leer un libro, presentan entre un 20 y un 40% más de probabilidades de desarrollar trastornos de ansiedad o depresión. La investigación, que resulta también interesante por haber llegado a una meta diferente a la que se perseguía o pensaba en un inicio, fue avalada y aprobada hace ya varios años por el 'National Research Ethics Service' (Servicio Nacional de Ética de Investigación en sus siglas en castellano). 

¿Cuántas horas debes dormir según la edad?

Se trata de otra de las preguntas más repetidas a la hora de hablar del sueño, del reloj circadiano y del cambio de patrones cuando cambiamos de etapa vital. No todos los expertos opinan lo mismo y quizás en este punto no hay ciencia exacta, pero hay unos mínimos que deberíamos cumplir por los efectos positivos de adquirir esa energía sobre la almohada, tal y como explica el enfermero e 'influencer sanitario' Jorge Ángel (@enfermerojorgeangel) en su perfil de 'Instagram': "El sueño tiene múltiples beneficios para el organismo, lo repara tanto físicamente como mentalmente, protege el corazón y mejora la memoria". "Los bebés tienen que dormir mínimo unas 15 o 16 horas diarias, los niños pequeños un mínimo de 10 horas y cuando somos adultos, parece suficiente con 7 u 8 horas diarias para que funcione todo bien". 

El creador de contenido hace una parada importante para hablar de la etapa adolescente, en la que "se produce el mayor crecimiento y desarrollo, algo que ocurre mayormente durante el sueño", deberían dormir unas 9 horas, algo que no siempre ocurre, sobre todo cuando entramos en esos años en los que se empieza a trasnochar más. Volviendo a Jaime Zeitzer, principal autor del estudio al que hacíamos referencia, añade una reflexión sobre una creencia que tienen las personas cuando deciden algo de madrugada y estarían equivocadas: "Si tuviera que arriesgarme a hacer una conjetura, diría que las personas madrugadoras que se quedan despiertas hasta tarde son muy conscientes de que su cerebro no está funcionando del todo bien, por lo que pueden posponer la toma de malas decisiones".