La entrada en prisión ya es traumática de por sí para cualquier persona, por el mero hecho de la desconexión con su vida fuera de la cárcel y las largas horas de encierro en una celda en un ambiente muy hostil. En el caso de Antonio Tejado, para más inri, se trata de un personaje público y al ser detenido, todos los focos apuntaron hacia él, el caso al completo y todos los asuntos y temas que giran alrededor del acusado y de una de las víctimas, que es su tía María del Monte. Hablamos con el psicólogo Santi Santamaría y con un funcionario de prisiones para entender las consecuencias de esa presión en materia de Salud Mental, tanto para la tía como para el sobrino y para el resto de su entorno.
El día a día en prisión de Antonio Tejado
En Lecturas hemos hablado con un funcionario de prisiones para conocer cómo es el día a día de los internos, que pasan largas horas encerrados en la celda a pesar de las actividades colectivas o las horas libres en los espacios comunes, una situación a la que es muy difícil adaptarse cuando pasan las primeras 48 horas de acceso, entrevistas con profesionales y registro en prisión.
Las puertas de las habitaciones de la cárcel se abren aproximadamente a las 8:30 horas de la mañana, momento en el que los presos bajan a desayunar y pueden "salir al patio, ir a la sala de televisión o al gimnasio" hasta que llegan las dos de la tarde, cuando vuelven a estar encerrados hasta que pasa media hora de las cuatro. En ese momento, vuelven a salir para las actividades, - ya que todo depende y se ajusta a cada centro a pesar de las similitudes- y a las 8 de la tarde vuelve el encierro, lo que supone un total de 12 horas seguidas hasta la mañana siguiente.
El trabajador consultado nos vuelve a destacar la figura del acompañante voluntario que ayuda a los nuevos a integrarse y estar con ellos, sobre todo en esas interminables medias jornadas en la celda, ya que luego el 'preso sombra' no tiene que estar a su lado en el patio o en la vida que hagan durante las horas 'libres'.
La presión mediática y la sala de televisión
Uno de esos espacios comunes de los que hablábamos para su uso en las horas en las que los internos están juntos en el centro penitenciario es la sala de televisión, donde pueden ver los programas y canales en abierto "sin restricción", así como también tienen "acceso a periódicos y revistas como lo podemos tener nosotros".
Además, cada interno puede tener la suya propia en la celda, donde "pueden estar viendo programas o series cuando quieran siempre que no molesten a otras personas". De esta forma, tienen acceso a la información que aparece en los medios diariamente, algo que en este caso añade presión a Antonio Tejado, que según informaba Kike Calleja en 'Fiesta', de 'Telecinco', habría pedido a las autoridades penitenciarias no tener televisor para mantenerse ajeno a todo lo que están diciendo de él.
Desde su llegada a la prisión de Sevilla 1, los programas de televisión no han dejado de comentar todas las novedades del caso, con información, detalles de la investigación, entrevistas a ex parejas del presunto implicado en el robo en la casa de María del Monte, así como la declaración de la artista junto a Inmaculada Casal.
La revictimización en psicología criminalística
Aunque suele explicarse desde el lado de la víctima, el concepto de "revictimización" en materia criminalística también reconoce, tal y como detalla la entidad ¡'LISA Institute', al "propio autor o terceros cercanos" en lo que se conoce como "victimización terciaria", pero para entenderlo mejor hemos hablado con el psicólogo Santi Santamaría.
Este caso es noticia de interés y tiene el foco puesto encima de los principales protagonistas todo el tiempo, algo que puede afectar y mucho a la salud mental de Inmaculada Casal y María del Monte como víctimas y también a la del presunto victimario, en este caso Antonio Tejado.
“Hay un efecto muy grande que es repetir la situación todo el tiempo y que puede derivar en estrés postraumático, ya que uno de los síntomas es revivir constantemente lo sucedido”, explica el experto consultado, que introduce esa importante consecuencia como es el trastorno derivado del evento traumático y enfrentarse constantemente a él.
Además, hay que tener en cuenta otra serie de emociones que podría experimentar ante esa constante exposición mediática, no solo los protagonistas directos, sino también las personas de su entorno. "Temor, miedo y culpa, ya que si esta persona verdaderamente lo ha hecho y se arrepiente, no deja de ver lo que ha pasado", añade.
Otro punto importante es "la vergüenza", ya que aunque decidiera no ver lo que se está hablando de él, está en un entorno rodeado de otras personas que sí pueden "señalarle" por toda la información que están leyendo, escuchando y viendo a diario.
Con esto, el funcionario también nos incidía en el hecho de que cuentan con un gran equipo de profesionales psicólogos, así como trabajadores sociales y realizan entrevistas con ellos desde los primeros días.