Arthur Brooks, experto en felicidad: “El estado de ánimo empeora y la ansiedad aumenta cuando el clima se vuelve más frío y gris”

El experto de la Universidad de Harvard asegura que “el sol y la felicidad están indudablemente relacionados”.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Arthur Brooks
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Parece ser que el mal humor es uno de los estados de ánimo más frecuentes esta semana mientras que las lluvias no dejan de hacerse con cada rincón de España. La inestabilidad meteorológica ha terminado con los planes de muchos españoles estas últimas semanas y no parece que vaya a terminar pronto. De hecho, según los expertos, todavía nos esperan un par de días más lluviosos de lo habitual. Esta atípica situación provoca una sensación generalizada más que evidente que incluso no deja a algunos conciliar el sueño. También la ciencia ha demostrado que la falta de sol provoca mal humor. El experto de Harvard, Arthur Brooks, asegura que “el sol y la felicidad están indudablemente relacionados”.

¿Cómo influye el mal tiempo sobre el estado de ánimo?

“El estado de ánimo empeora y la ansiedad aumenta cuando el clima se vuelve más frío y gris”, es una de las conclusiones que ha compartido Arthur Brooks en ‘The Atlantic’. El autor estadounidense es uno de los mayores expertos en felicidad y entre muchas de sus investigaciones se encuentra la relación del estado de ánimo con las condiciones meteorológicas. Brooks asegura que fue en 1983 cuando se llegó a una de las mayores conclusiones al respecto.

“Varios investigadores encuestaron a personas en días con diferentes climas y les pidieron que evaluaran su estado de ánimo y niveles de felicidad. Ambos eran mejores en los días soleados que en los días lluviosos”, cuenta en el citado medio. La realidad es que existe una explicación científica detrás de este fenómeno. “Cuando el sol toca nuestra piel aumentan los niveles de serotonina, un neurotransmisor que mejora el estado de ánimo”, añade.

Por este importante motivo, “algunas personas tienen una reacción especialmente negativa a la falta de sol que se manifiesta en forma de trastorno afectivo estacional (TAE)”, explica. Aunque parezca sorprendente, este fenómeno afecta a un 9,7% de la población mundial, “especialmente en latitudes más altas y durante los meses de invierno”. Otra de las mayores consecuencias que surgen ante un déficit de serotonina por falta de sol es la alteración del sueño y el aumento de la vulnerabilidad anímica.

“La temperatura influye sobre los niveles de felicidad”, es otra de las afirmaciones que ha compartido Arthur Brooks en el citado medio. “Un estudio de 2013 midió el estado de ánimo de los participantes a distintas temperaturas y descubrió que un ambiente fresco de 57 grados Fahrenheit al aire libre es óptimo para un estado de ánimo positivo. Sin embargo, temperaturas más frías o cálidas se asociaron con una menor sensación de bienestar”, señala el experto en felicidad.

El mejor estado de ánimo no se sitúa en los entornos más cálidos

Arthur Brooks asegura que las condiciones meteorológicas también son uno de los mayores secretos que se sitúan tras la felicidad. Aun así, ha compartido una advertencia. “El clima que siempre está templado no es del todo bueno. Las personas que viven en lugares permanentemente cálidos tienden a ser más felices que sus contrapartes de clima frío durante los meses de otoño e invierno. Pero en primavera, ese patrón se invierte. Cuando alguien dice que ‘disfruta del cambio de estaciones’, probablemente no se refiere a que disfruta sacando su coche de un banco de nieve, sino más bien a que obtiene un gran y notable impulso de felicidad cuando el mal tiempo se convierte en buen tiempo”, aclara Brooks.

Otro de los asuntos más llamativos que ha destacado es el problema de la “homeostasis”. Es decir, la tendencia a mantener un ambiente interno estable y relativamente constante. “En general, los seres humanos no somos capaces de disfrutar de algo durante mucho tiempo antes de acostumbrarnos a ello y volver a nuestros niveles básicos de felicidad. Los investigadores advierten que la emoción del buen tiempo desaparece en un plazo relativamente corto después de una mudanza, al igual que suele ocurrir después de otros fenómenos que inducen felicidad como el matrimonio o la adquisición de una gran fortuna”, añade.

Tras analizar este curioso fenómeno, Arthur Brooks ha llegado a una conclusión clave. “Serás más feliz si encuentras una manera de tomar sol y calentarte temporalmente, especialmente durante los desoladores meses del invierno. Las investigaciones muestran que las vacaciones cortas y frecuentes son una buena estrategia para aumentar el bienestar general, porque evitan el problema de la adaptación. Ya sabemos que las personas que viven en lugares fríos mejoran su estado de ánimo cuando llega la primavera. Puedes disimular ese cambio una y otra vez con vacaciones cortas en lugares soleados, aunque finalmente tengas que volver a casa”, recomienda para aumentar los niveles de felicidad a largo plazo.