Han pasado ocho días desde que la DANA arrasó distintos municipios de la Comunidad Valenciana. Aunque los servicios de emergencia han podido localizar a algunos de los desaparecidos, la mayoría de ellos continúan en paradero desconocido. Sus familias están viviendo una pesadilla. La desesperación es cada vez mayor, aunque muchos de ellos no han perdido la esperanza todavía. Es el caso de Antonia, una vecina de Torrent (Valencia) que perdió de vista a sus nietos durante la riada. Desde entonces, nadie sabe nada sobre ellos y pide ayuda y colaboración para dar con los menores cuanto antes.
Antonia pide ayuda desesperada para encontrar a sus nietos
El paso de la DANA ha dejado en España historias que se recordarán para toda la vida. Cientos de personas han perdido a familiares y amigos en la Comunidad Valenciana y Castilla – La Mancha. Tras la devastación, la mayoría de los vecinos sigue trabajando para levantar escombros y encontrar a los desaparecidos. Aun así, ninguna de las tareas está siendo sencilla. Una de las historias más conmovedoras es la de Izan y Rubén, dos pequeños de 3 y 5 años que fueron arrastrados por la corriente y, desde entonces, no se sabe nada sobre ellos. Su abuela Antonia ha aparecido en ‘Vamos a ver’ y ‘TradeAR’ para pedir ayuda. “Buscadme a mis niños, porque si no yo no voy a vivir”, ha señalado. La mujer ha relatado cómo fue el estremecedor momento en el que los menores desaparecieron que también han sufrido cientos de personas en la Comunidad Valenciana.
“Mi hijo estaba con ellos en casa. Se fue la luz y los niños empezaron a llorar. A las 6 de la tarde se los llevó la riada. Mi hijo está ingresado y estuvo 5 horas en un árbol. A las 5 de la mañana vino la policía a traer a mi hijo y mis niños ya no estaban”, relata Antonia. Aunque los menores estaban en casa durante las peligrosas lluvias torrenciales, un camión arrastrado por el agua chocó con el edificio y se los llevó. Según cuenta Antonia, su padre no pudo sostenerlos durante mucho tiempo. Desde entonces, no hay ni rastro de ellos. Antonia también ha aprovechado su intervención para denunciar la falta de ayuda. “Durante cinco días solo han ayudado en la búsqueda voluntarios. Policía ninguna, ayuda ninguna. Nada. Los voluntarios están aquí. El tío de mi hijo pequeño está todo el día recibiendo a todo el mundo. Hasta que no aparezcan mis nietos no se va a marchar. El Ayuntamiento no ha ido a hablar con mi hijo. Han tenido que venir de fuera para ayudarnos”, denuncia Antonia.
La abuela de los menores desaparecidos también ha pedido recursos para agilizar la búsqueda de sus nietos. “Necesitamos máquinas para mover la basura porque no hay manera de encontrar a mis nietos. Necesito ayuda”, subraya. Antonia segura que no se va a rendir hasta que tenga noticias. “Yo estaré aquí todo lo que haga falta hasta que aparezcan mis nietos. Se llaman Izan y Rubén de 3 añitos y de 5. Estaré aquí para todos vosotros, para lo que haga falta hasta que aparezcan”, sentencia. La historia detrás de los pequeños desaparecidos es conmovedora a la vez que desoladora. Aun así, no es la única. Existen decenas de historias cargadas de tristeza y rabia. Aunque algunas tan tenido un final feliz, la mayoría son devastadoras.
Toñi ha perdido a su marido de 61 años y a su hija de 24
Son cientos de familias las que se han roto tras el paso de la DANA. Toñi enterrará hoy a su marido a su hija. Ambos perdieron la vida durante el paso de la gota fría el pasado martes mientras intentaban sacar el coche del garaje. “Yo he perdido a mi marido de 61 y años y a mi única hija de 24. Considero que no ha sido un accidente. Lo he perdido todo en mi vida. A las 19:24 horas exactamente es cuando el agua entró con una fuerza tremenda. Lo vi ya muy alto y le dije a mi marido que estaba muy alto. El me dijo que no hay problema y nos avisarían. Que paguen los culpables porque esto ha sido una ineptitud”, explica en ‘El Mundo’. La imagen de Sara Carpio, su hija, ha dado la vuelta al país. La joven era enfermera y quienes la conocían bien han destacado lo “brillante” que era.
"La vida de Sara fue un ejemplo de amor, generosidad y fortaleza. Su partida deja un vacío irreparable, pero también una huella de amor que jamás se desvanecerá. Como enfermera, Sara fue un modelo de entrega, y su compromiso hacia los demás es una inspiración para todos. Tu familia nunca te olvidará”, han señalado sus seres queridos. A pesar de todo, la catástrofe ha mostrado el lado más solidaridad de los miles de españoles que se han volcado sobre las víctimas para ayudar en todo lo posible. Una semana después de la tragedia, los voluntarios continúan trabajando in situ. Otros, siguen enviado material, recursos y comida para que las víctimas que lo han perdido todo puedan afrontar la situación.