El parque temático Port Aventura, en Salou, ha tenido una reapertura amarga al caer un árbol sobre una de sus atracciones en la mañana del domingo, un incidente que dejaba 14 heridos, dos de ellos en estado crítico. En Lecturas hemos hablado con el creador de contenido Adrià Merín, que pilota el canal especializado en parques temáticos ‘Discovery Line’ y se encontraba en el recinto en el momento del accidente.
"Pensábamos que era una broma"
El accidente se producía a las 11:25 horas de la mañana del domingo, 11 de febrero, cuando un árbol caía sobre la montaña rusa Tomahawk e impactaba sobre algunas de las personas que viajaban en ese momento en sus vagones, pero Adrià asegura que “la inmensa mayoría de las personas que estaban en el parque ni se enteraron. No vimos el helicóptero y pensábamos que era una broma”.
Los servicios de emergencia actuaban con rapidez y las ocho unidades terrestres, así como el helicóptero medicalizado y los Mossos d’Esquadra llegaban al lugar exacto, en el tramo final de la montaña rusa, mientras los centenares de personas que disfrutaban del resto de atracciones se mantenían ajenos a lo ocurrido. “Donde cayó el árbol es un vial de empleados, en la zona final de la atracción, donde se hace la fotografía cuando llegas con el vagón", nos cuenta sobre el punto exacto donde se produjo el accidente.
Tomahawk, una atracción familiar
Aunque en un principio algunas informaciones apuntaban a una atracción infantil, Adrià nos explica que se trata de una montaña rusa familiar, a la que pueden acceder niños y adultos, que llegó en 1997 a Port Aventura para que hubiera una alternativa “más suave” a Stampida, otra de las montañas rusas de madera del parque, para que “pudieran subir los más pequeños”.
La seguridad es fundamental y por eso en Tomahawk se han tomado muy en serio las mejoras aplicadas en los últimos años. De hecho, el experto nos cuenta cómo se ha reconstruido en dos partes y apunta, además, que “en 2015 se estrenaron los mejores trenes que puede tener una montaña rusa aquí, los Mini-llennium Flyer”.
Al igual que ocurre con Stampida, que durante esta temporada no se ofrece en el parque, hay una “revisión constante”. Debido al viento, “las atracciones más altas no pueden lanzar sus trenes, ya que su sistema de seguridad se lo impide y lo bloquea directamente por las condiciones meteorológicas”, algo que no afectaba a Tomahawk.
Fin de semana de reapertura
El parque reabría sus puertas el viernes, 9 de febrero, tras el descanso por Navidad y prometía así abrir la temporada "más temprana y larga de la historia de la compañía", pero nada hacía presagiar lo que iba a ocurrir en la mañana el domingo, tan solo 48 horas después de iniciar esta nueva etapa.
La mitad sur de Cataluña estaba en alerta por fuertes vientos desde el viernes y soplaban rachas que alcanzaban los 90 kilómetros por hora, algo que no está fuera de lo común en esa zona. Esa situación provocaba la caída de uno de los árboles cercanos a las vías, con lo que las ramas impactaban directamente sobre las personas que llegaban a ese tramo de la atracción.
En estos primeros días tras el parón, Port Aventura ofrecía tickets con un coste menor al habitual, un precio reducido y no todas las atracciones están en funcionamiento. De hecho, Tomahawk no estaba abierta el viernes y fue al día siguiente cuando empezó a permitir el acceso al público.
El comunicado de PortAventura
Casi tres horas más tarde de lo ocurrido en el parque, PortAventura World lanzaba un comunicado en el que hablaba de un “incidente fortuito”, un “suceso completamente ajeno a la operativa y al mantenimiento de nuestras atracciones, las cuales cumplen los estándares de seguridad”.
Además, en ese mismo escrito explicaba la actuación de los servicios de emergencia y los equipos de primeros auxilios del parque, a las que agradecía su rápida intervención y manifestaba su colaboración con las autoridades ante las investigaciones técnicas.
Adrià no cree que “se quiten la responsabilidad del árbol”, ya que se trata de un elemento más presente en el parque, pero las causas son meteorológicas y, por tanto, ajenas al parque. “Esta atracción solo tiene árboles en el tramo final. De todas, yo creo que es la que menos tiene”.