¿Quién no ha recibido alguna vez una llamada comercial? La realidad es que son una práctica demasiado común. Para la mayoría son un incordio y una molestia. Está claro que, recibir constantemente ofertas telefónicas, nos abruma. De hecho, ante una importante oleada de quejas, hace tiempo que se contempló la posibilidad de prohibir estas llamadas. Aunque todavía no son ilegales, la llegada de nuevas medidas para luchar contra el fraude y las estadas nos ayudará a identificarlas de manera preventiva muy pronto.
Adiós a las llamas comerciales como medida de prevención a las estafas
Atender llamadas tras un prefijo de España o un número fijo es una tarea de lo más común. Sin embargo, la sorpresa llega cuando descubrimos que se trata de una llamada comercial. Las teleoperadoras se han estado refugiando hasta ahora tras este tipo de números para pasar desapercibidas, pero esto podría cambiar pronto. El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, ha anunciado la implantación de nuevas medidas para "combatir las ciberestafas y las llamadas telefónicas falsas". Con el objetivo de poder facilitar esta tarea a los usuarios, López impondrá una obligación a las teleoperadoras.
"Quedará terminantemente prohibido poder hacer una llamada comercial con un número que no sea 800, 900, o que empiece con un prefijo de una provincia española", asegura. Tras la llegada de medida, los usuarios podrán decidir si atender o no una llamada comercial. Ya no será necesario atender el teléfono para descubrir quién se encuentra al otro lado. "No podrá recibir usted una llamada comercial desde un móvil, que eso está pasando hoy. Nosotros recibimos desde un móvil, pensamos que es un conocido, un familiar, no sabemos quién es, y luego resulta que es una llamada comercial. Esto quedará prohibido por la orden ministerial", asegura el ministro.
La entrada en vigor de esta nueva orden llegará en junio tal y como se ha previsto. Además, supondrá un cambio significativo para los usuarios abrumados que no desean ponerse en contacto con las empresas que suministran ofertas comerciales. El objetivo es claro. Se pretende terminar con los fraudes y evitar la confusión que generan este tipo de llamadas. Según el citado ministro, identificar si se trata de una comunicación comercial es la mejor forma para ello.
El incumplimiento de esta normativa será castigado con una sanción
Aunque todavía no ha entrado en vigor la nueva normativa, ya se ha alertado a las empresas de que su incumplimiento será castigado. El ministro López ha señalado que los usuarios afectados podrán interponer una denuncia en la oficina de atención al consumidor de las telecomunicaciones en caso de que se incumpla esta norma. Por este mismo motivo, se podrán interponer sanciones a las empresas que no cumplan la regulación. El castigo pertinente surge con el objetivo de concienciar a las empresas encargadas de la gestión de las llamadas comerciales para que frenen las prácticas engañosas.
El mensaje es claro. Este tipo de llamadas deberán ser fácilmente identificables con los números 800 o 900. Tal y como recoge la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNCM), las empresas emplean estos números para ofrecer servicios de información, asistencia técnica de forma gratuita y atención a clientes. Cabe destacar que estos números son gratuitos para los usuarios sea quien sea el emisor y el motivo de la misma llamada. Así, con la nueva normativa, estas llamadas pasarán de ser fraudulentas o engañosas a una opción mucho más fiable, eficiente y transparente.
Entre otras medidas que contempla la misma normativa para proteger a los usuarios, también se prevé el bloqueo de números que no empiecen por 800 o 900 y realicen llamadas comerciales. Lo mismo ocurrirá con los números de origen internacional que se enmascaren con numeración española. El objetivo es terminar con este tipo de conductas fraudulentas que buscan eludir la normativa y acosar a los consumidores con llamadas excesivas y no deseadas.
Además, el ministro ha anunciado que esta medida llegará de la mano junto a muchas otras normal en un plan estratégico para combatir las ciberestafas, un problema que no deja de crecer en nuestro país. De igual forma, se pretende terminar con las llamadas engañosas y enmascaradas para reducir la probabilidad de caer en los engaños de los ciberdelincuentes. Será cuestión de tiempo que esta situación mejore y el registro de víctimas sea cada vez menor.