Grace Kelly cumpliría hoy 90 años (y aún se desconocen las causas reales del fatal accidente)

El 12 de noviembre de 1929 nacía en Filadelfia Grace Patricia Kelly. De familia humilde y la tercera de cuatro hermanos, la pequeña se convertiría en todo un icono mundial. Fue una intérprete de cine estadounidense, ganadora de un premio Óscar a mejor actriz por su papel en The Country Girl, carrera que abandonó para casarse, a sus 26 años, con el príncipe Rainiero III y convertirse en princesa consorte de Mónaco.

Grace pasó de ser todo un icono de la industria cinematográfica a una de las figuras más importantes y queridas de la monarquía europea. Tuvo tres hijos (igual de virales que ella misma) y un accidente que truncó su vida el 13 de septiembre de 1982.

Fue un verano, hace 32 años, cuando la princesa regresaba en coche al palacio de Montecarlo junto a su hija Estefanía. Ambas sufrieron un accidente que, a priori y debido a los engañosos comunicados, no parecía tan grave como realmente fue. Al día siguiente se confirmaba la fatal noticia: la esposa del príncipe Rainiero expiraba en la clínica a la que había sido trasladada, víctima de una hemorragia cerebral y vascular.

Las especulaciones e incógnitas sobre el accidente no tardaron en aparecer, numerosas cuestiones que a día de hoy siguen sin esclarecerse: ¿Quién de las dos conducía, madre o hija -por entonces de 17 años-? ¿Discutieron ambas fuertemente antes del accidente ¿Tenía el coche un problema de frenos? ¿Cuál fue el verdadero motivo por el que Grace no fue trasladada al hospital de Niza?

A pesar de que aquel día el chófer de la primera dama del principado se había ofrecido para conducir el coche, un Rover de once años de antigüedad, Grace, como buena conductora, insistió en hacerlo ella misma. Sin embargo, a pesar de su experiencia, la sinuosa carretera terminó haciendo que el vehículo se saliera de la pista para caer por un terraplén de más de cuarenta metros.

"Estefanía me dijo: 'Mamá me decía todo el rato que no podía frenar, que los frenos no funcionaban'. Me dijo que mi madre estaba en un estado de pánico. Así que Estefanía tiró del freno de mano, pero el coche no se detuvo", reza el libro Rainier and Grace: An Intimate Portrait, de Jeffrey Robinson, recogiendo el testimonio de Carolina y Estefanía sobre el accidente.

Según algunas especulaciones, Grace podría haber confundido el freno con el acelerador, o haber sufrido pérdida de movilidad en las piernas debido a una repentina hemorragia cerebral, como confirmaron los médicos días después. El doctor Chatelein, cirujano jefe, declaró al Times que "fue un incidente que de haberse producido estando en casa, quizá se habría sentado unos minutos y se habría sentido mejor, pero no podemos estar seguros".

La tragedia jamás de esclareció, y fue recordada ocho años y 19 días más tarde, cuando la princesa Carolina volvió a sufrir un duro golpe en su vida: Stefano Casiraghi, su gran amor, moría en las aguas de Saint-Jean-Cap-Ferrat, mientras defendía su título de campeón mundial de offshore clase I, la Formula 1 de las aguas. Otro fatal accidente que alimentaría aún más la conocida como "maldición de los Grimaldi".

Una maldición que se remonta al siglo XIX cuando l príncipe monegasco Rainiero I dejó plantada a una amante gitana que le lanzó una siniestra profecía. "¡Ningún Grimaldi hallará la felicidad en el matrimonio!", aseguró ella. Una leyenda que, sea como sea, ha dejado marcada a la familia monegasca en varios momentos de su historia.