Ser madre a los 68 o a los 70 es un poco antinatura

Terelu Campos

Presentadora, colaboradora televisiva, bloguera y actriz

Actualizado a 5 de abril de 2023, 06:54

GTRES
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El mes de marzo terminó, informativamente, por todo lo alto al igual que ha empezado abril con la noticia de la maternidad de Ana Obregón. Estoy a favor de la gestación subrogada, regulada, legal y con todas las garantías que hay que tener para dar a luz a un ser humano. Desde hace una semana, no sé si cambio de opinión con este tema cada cinco minutos o cada cinco segundos. Cuando pienso en frío, creo una cosa y cuando me median los sentimientos creo en otra.

Los tres deseos de Aless

No lo voy a negar, tengo sentimientos por Ana Obregón. No es mi amiga del alma, pero sí considero que tengo cierta amistad con ella. Relación que me lleva al inmenso cariño que siento. Pensar que mis palabras puedan herirla me preocupa y hace que me sienta más encorsetada, en muchos momentos, para sentirme más libre en mi opinión sobre este tema. Hay una realidad que yo no voy a obviar. Ser madre a los 68 o a los 70 es un poco antinatura. Da igual dos años arriba o abajo hablando de esa edad. Según contó María Patiño, Ana tenía tres objetivos que cumplir porque eran los deseos de su hijo Aless: terminar el libro, poner en marcha la fundación y formar una familia. Esto último es algo que, francamente, no entiendo por qué se lo pidió su hijo. Ella ha puesto todo el empeño en conseguir las dos primeras que no solo eran importantes para Aless, lo eran también para la sociedad. Crear esa fundación para ayudar a otros jóvenes que sufren el sarcoma de Ewing me parecee de lo más valioso. La semana pasada, os decía en estas páginas que muchos estamos vivos gracias a la investigación que ha dado como resultado una serie de tratamientos y medicamentos que hacen que nos curemos. Juzgar me resulta extremadamente complicado. Procuro no hacerlo en mi vida. No quiero que lo hagan conmigo por eso no lo hago con los demás. Opinar es algo natural y más con una noticia así.

Queda mucho por saber

Vaya por delante mi enhorabuena para la agencia de prensa que ha conseguido esas fotografías de Ana saliendo del hospital con su bebé en Miami. Se ha querido ensuciar este trabajo con los rumores de un posible pacto entre la protagonista y los fotógrafos. Sin lugar a dudas, pondría la mano en el fuego de que eso no ha sido así. Otra cosa es que cuando ese material llega a la revista esta se ponga en contacto con Ana Obregón y, de alguna manera, haya una autorización para publicar y desvelar su secreto mejor guardado.

El pasado viernes, Jorge Javier Vázquez dijo en el ‘Deluxe’ lo que yo creo que puede ser la clave de muchas cosas que desconocemos. Quizás queda mucho por saber y cuando lo sepamos entenderemos el porqué Ana ha llegado a esta determinación. Pienso en la necesidad de que ella tenga una vida que le de vida. Eso no quita que también piense en las necesidades de esa nueva vida que se trae al mundo. Ahí es donde entro en conflicto conmigo misma. Un niño que nace necesita un padre y una madre. Si además eso ocurre cuando uno de los dos tiene una edad considerable, como es el caso de Ana Obregón, es aún más preocupante, porque se requiere una gran responsabilidad hacia ese nuevo ser humano.

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