La salida de Isabel ha sido para mí agridulce

Cambiando de tema, ese mismo día voy a la que creo que puede ser mi última gala en ‘Secret Story’. Mi amiga, Isabel Rábago fue la expulsada. Para mí fue un honor que me eligiera como su defensora. Nunca había trabajado en un formato como este. Agradezco a todo el equipo de Zeppelin su cariño y su respeto hacía mí. He intentado entregarme lo máximo posible tanto con Carlos Sobera como con Jorge Javier Vázquez. Bien es cierto, que con Jorge he trabajo muchos años. Él sabe como buscarme las cosquillas y liármela parda. En el fondo, no espero otra cosa de él. Es más, sino lo hiciera pensaría que está enfadado conmigo. La salida de Isabel ha sido para mí agridulce. Agria, porque no quería salir, pero dulce, porque no podía verla sufrir más. Para ser un mueble como algunos la han calificado es el mueble que más juego ha dado y al que más patadas le han dado. El mueble al que muchos le han abierto los cajones para soltar la mierda. Me siento muy orgullosa de mi amiga y de que haya aceptado ese reto. Ha sacado el 99 por ciento de lo mejor de cada uno de sus compañeros y se lleva lo mejor de cada uno. Me han sorprendido algunas de sus alianzas y espero que me cuente porqué las hizo. Si ella ha elegido a cada persona lo ha hecho por algo. Siento que haya sufrido mucho, sobre todo, en las últimas semanas. Le han hecho la vida imposible, le moleste a quien le moleste. Hablo de la minoría que se cree que siempre lo que hace está bien y a la que nadie de sus familias recriminan lo que hacen bien o mal. Lo más importante de querer a alguien es decirle con amor: “Ahí, te equivocas”. Eso es querer de verdad y educar.