Quiero contaros que he recibido el mensaje de la Comunidad de Madrid en el que me citan para vacunarme. Por un lado, me dio alegría; pero, por otro, me pregunté: “¿Me puedo vacunar habiendo pasado la covid hace un mes?”. Invadida por las dudas llamé a mi oncólogo y me dijo que lo más recomendable era esperar al menos cuatro meses para vacunarme. Me quedé más tranquila, hasta que pensé: “¿Y si en estos meses no me vuelven a llamar y me quedo sin el pasaporte sanitario para viajar a otros países?”. Siendo realistas, no viajo mucho, pero tener esa espada de Damocles te da cierta intranquilidad. Hablando de vacunas, ¡menuda inyección de energía y positividad me dio ver la entrevista de Rocío Carrasco! La vi con el nerviosismo de la primera vez, pero con la serenidad y la confianza de haberse sentido entendida por la mayor parte del público. Han criticado mucho las palabras hacia su hija y yo sigo sorprendiéndome. ¿Ha ocurrido algo en estos meses que Rocío ha contado su verdad para seguir viva con respecto a su hija? ¿Hemos visto algún gesto de comprensión o empatía de Rocío Flores hacia su madre?
Rocío Flores no ha cambiado
Todavía recuerdo el gesto levantando los ojos que hizo hace unos días cuando le preguntaron por qué no había pedido todavía perdón a su madre. Luego nos sorprende que Rocío Carrasco diga que todo sigue igual desde el 27 de julio de 2012. Desgraciadamente, no ha cambiado nada desde esa fecha. Qué más pena que esa y la resignación de pensar que mientras esta niña esté bajo el influjo de su padre nunca podrá avanzar por el camino hacia su madre. Como dice mi hermana... Rocío, la esperanza es lo último que se pierde en la vida.