Después del blog de la semana pasada, quiero contaros que estos días he recibido un maravilloso mensaje de audio de mi hermana. Cuando lo reproduje se escuchaba perfectamente el mar y ella me decía: “Estoy en la orilla del mar y no puedo soportar que estemos distanciadas”. Lloré mucho escuchándolo, pero no de tristeza. Fue de felicidad y de aliento de saber que todo volverá a ser como era.
Reconozco que escuchar ese mensaje me cambió el día para bien y que espero que cuando ella vuelva de vacaciones retomemos lo que hemos perdido en los últimos meses. ¡Ha sido uno de mis mejores regalos de cumpleaños! Para los que digan que mi hermana no ha venido a mi cumpleaños, que les quede claro que ha sido porque está en sus merecidas vacaciones y que lo celebraré con ella los próximos días.