Yo no te conocía, la verdad, una laguna en mi educación universitaria solo disculpable porque me pasé más tiempo en el bar que en las aulas. Pero de entrada me caíste bien y cuando perdiste en Eurovisión, te compadecí y hasta pensé pobre chica.
Sí, pero…
Eso ha sido hasta que has confesado “para mi carrera es mejor ir despacio y lejos”. Querida Barei, ¡pues haberlo dicho antes, puñeta! Si cuando te contratamos para este asunto tú nos hubieras contestado, “no, porque lo mío es viajar hasta las antípodas y más allá a la pata coja”, hubiéramos contemplado otras opciones. Porque, a ver, no sé cómo decir esto sin parecer ofensiva, ¡tu carrera nos importa un pimiento! ¡si llegas lejos o cerca nos interesa menos que saber la esperanza de vida del berberecho! Nosotros solo queríamos ganar ¿entiendes? Solo queríamos eso… Sí, España y yo somos así de gilipollas, preciosa.