Hablo con mi amigo Jaime Peñafiel, que está triunfando este verano con su biografía de Isabel Preysler “La amante de sus maridos”, y cotilleamos, no de las primarias de Estados Unidos, no de la depreciación del yen o del índice nikkei, sino de ¡Olvido Hormigos! Me cuenta aún asombrado que lo llamaron de televisión para preguntarle con todo tipo de circunloquios si él había tenido algo con Olvido Hormigos. Jaime, que lleva un montón de años felizmente casado con la encantadora Carmen, me explica riendo, “les había llegado el rumor de que la Hormigos estaba con alguien de Telecinco y se pusieron a llamar a todos los varones heterosexuales de la cadena”. ¿Jaime y Olvido? ¿En qué cabeza cabe? Mientras hablamos oigo el trote de un caballo y le pregunto, “¿estás en la finca?” y a Jaime le surge un impensable acento de señorito andaluz “¡digo!”.
Eh, pero no dejemos el tema de Olvido Hormigos y la estremecedora entrevista en el Sálvame Deluxe con esa señorita argentina que nos desveló la afición al amor propio de Alessandro Lequio. Dado el carácter del video sexual de la exconcejala de Los Yébenes, en el que mostraba idéntica práctica erótica, podríamos decir que lo de Lequio y Olvido más que historia, fue onahistoria. ¡Así me gusta mi niña, con este humor inglés que no se puede aguantar, siempre acabando en alto!