De un momento a otro darán el pistoletazo de salida de las vacaciones oficiales de los Reyes en Mallorca. De nuevo, una liturgia heredada, pero reformada, de las antiguas y largas estancias de la familia real en Marivent se pondrá en marcha con el posado de Felipe y Letizia y sus dos hijas; la participación del Rey en las regatas, la entrega de premios de la Copa del Rey y las audiencias oficiales. El Rey ya ha abierto su estancia en la isla con las audiencias a las autoridades baleares y la cerrará, o casi, con el despacho con el presidente Mariano Rajoy previsto para la segunda semana de agosto.
Quien ya se ha instalado en Palma ha sido la reina Sofía en compañía de los hijos de las infantas Elena y Cristina. Felipe (más conocido como Froilán) y Victoria de Marichalar, y Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin, que este año, al menos de momento, han cambiado la escuela de vela de Calanova, quizá es que ya lo tienen todo aprendido, por unos cursos de wakeboard, una mezcla de esquí acuático y surf, que los nietos reales han practicado esta semana en un lago artificial de Alcúdia bajo la atenta y, en ocasiones, triste mirada de su abuela.
A la reina Sofía le cuesta juntar a todos sus nietos, ya que las hijas de los Reyes a penas coinciden con sus primos. Tanto la princesa de Asturias como la infanta Sofía llegan y se van de la isla con su madre aunque quizá a su abuela reina le gustaría tener a todos sus nietos con ella y, porqué no, acercarlos entre ellos y, al mismo tiempo, alejarlos de los conflictos que puedan separar a sus padres. Leonor es casi de la misma edad que su prima Irene Urdangarin, –la segunda tiene 12 años y la primera los cumple en octubre– y cuando eran pequeñas eran inseparables, tanto que, a pesar de la distancia que el actual Rey puso con su hermana Cristina, la pequeña Irene estuvo invitada, hace dos años, a la comunión de Leonor.
Estos días, Felipe y Victoria de Marichalar, de 19 y casi 17 años, y Juan Urdangarin, que cumplirá 18 en septiembre, ya han empezado a salir en pandilla por la noche y fueron vistos cenando en un restaurante próximo a Palma. Los hermanos Urdangarin no han dejado de pasar unos días en Marivent desde que nacieron aunque en los últimos cinco años lo han hecho sin sus padres, alejados completamente de Mallorca, isla que solo han pisado con motivo de sus comparecencias judiciales. La residencia de verano y más desde la proclamación del Rey les está vetada, una situación comprensible desde el punto de vista institucional pero que, lógicamente, ha causado un desagarro familiar.
Los largos veraneos de Marivent en tiempos de Juan Carlos y Sofía, en los que se incluían las visitas de invitados ilustres como los príncipes de Gales, ya han pasado a la historia, aunque hubiera estado bien que, de la visita de los Reyes a Gran Bretaña hubiera surgido una invitación a los duques de Cambridge, finalmente el príncipe Guillermo estuvo, junto a sus padres, Carlos y Diana, y su hermano, Harry, en cuatro ocasiones en Marivent.