Andan algunos tertulianos muy alborotados porque al Rey Emérito no le han invitado al Congreso a participar en la conmemoración de los cuarenta años de las primeras elecciones democráticas. Pero lo que años atrás hubiera sido una afrenta de dimensiones considerables ahora no pasa de ser un anécdota que se olvidará dentro de una semana, si es que no se ha olvidado ya cuando aparezcan estas líneas. Episodios como los de Corinna, Bárbara Rey o la cacería de Botswana están muy presentes en la memoria colectiva. La Historia, con mayúsculas, es muy puñetera: pasarán los años y la figura del Rey Emérito supongo que se reivindicará pero ahora su popularidad no pasa por su mejor momento. Desde que se abrió la veda descubrimos que el antaño idolatrado Juan Carlos I era un rey muy humano. Quizás demasiado. Y no lo digo sólo por los pecados de la carne, que al fin y al cabo son los más veniales de todo el repertorio.
"El rey emérito es un rey muy humano. Quizá demasiado"
Actualizado a 9 de julio de 2017, 12:52
El Rey emérito también acudió al enlace celebrado en la localidad granadina de Íllora.
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