Si hay un aspecto por el que se puede definir un cosmético como más o menos efectivo, ese es, sin lugar a dudas, su formulación. Y es que, más allá de texturas agradables, un packaging bonito o una correcta promoción, de nada sirve invertir en un tratamiento si este no suple las necesidades de las que presume. Es en este escenario donde los principios activos, también conocidos por muchos como ingredientes cosméticos, se convierten en protagonistas. Desde la Vitamina C al retinol, pasando por la niacinamida o el ácido hialurónico, son muchas las oportunidades que brinda el sector para según qué necesidades exija nuestra piel.
Ahora bien, no solo de fórmulas ricas y potentes, se asienta nuestra rutina diaria. Y es que, si antioxidantes como la Vitamina C pueden ayudarnos a revitalizar nuestra piel, mejorando su luminosidad y textura; o agentes hidratantes como el ácido hialurónico pueden refrescar y mejorar las dosis de agua de nuestra piel, nada de esto valdrá si no los trabajamos correctamente.
Porque sí, querida lectora, usar bien nuestras cremas y sueros de tratamiento pueden cambiar porcentualmente sus resultados, llegando, incluso, a agilizar su eficiencia. De ahí que, a la hora de establecer una rutina de belleza potente y resolutiva, desde Lecturas nos surja la gran pregunta de cómo aplicar cada cosmético, centrándonos hoy en uno de los agentes principales de los signos de la edad, el ya mencionado ácido hialurónico.
Te contamos todo sobre este activo, sus beneficios en pieles más complejas y resistentes como las mayores de 50 años, así como su manual de uso correcto (basado siempre en fuentes expertas), tanto en lo que refiere a sérums con ácido hialurónico, como en materia de cremas hidratantes ricas en este principio humectante.
¿Qué es el ácido hialurónico?
Antes de entender su forma de uso, es vital conocer por qué el ácido hialurónico es uno de los principios activos más importantes y esenciales de la rutina diaria. En palabras de María José Tous, Farmacéutica y formuladora de Laboratorios Kosei, “el ácido hialurónico es un elemento naturalmente presente en la piel que tiene como misión dar consistencia y turgencia a la piel. Contiene un elevado número de restos hidrófilos (hidroxilos) y un elevado número de cargas negativas (carboxilos) que permiten capturar más de 1000 veces su peso en agua.”
Sin embargo, como añade Tous, “a medida que envejecemos, el balance entre síntesis y degradación se vuelve negativo, de tal forma que perdemos más ácido hialurónico del que se produce” y es, entonces, donde se vuelve esencial incluir en nuestra rutina tratamientos enriquecidos con esta molécula para ayudar a mantener la hidratación y mejorar el aspecto de la piel.
¿Qué queremos decir con todo esto? Que, por su papel activo en el mantenimiento de la firmeza de la piel, es uno de los protagonistas en la lucha contra el envejecimiento cutáneo o, lo que viene a ser lo mismo, su aportación en toda rutina diaria, tengamos 20 o más de 50, nos permitirá mejorar las dosis de agua de nuestro organismo y, por ende, mantener y prolongar un estado saludable, hidratado y firme de nuestra piel.
Beneficios del ácido hialurónico a partir de los 50
Eso sí, su valor como humectante va mucho más allá y, cuando superamos la barrera de los 50 años, este principio se consagra como un pilar fundamental en la rutina facial. En palabras de Victoria Sánchez, Cosmetóloga y CEO de la marca Saper Organic Skincare, “a los 50 años, la piel comienza a necesitar una hidratación extra y tratamientos específicos que combatan los signos visibles del envejecimiento, como la pérdida de firmeza y las arrugas profundas, donde el ácido hialurónico se convierte en un aliado fundamental”.
De hecho, como defiende Sánchez, el papel como sujeto humectante dentro de la rutina facial hace del ácido hialurónico uno de los ingredientes más completos, brindando en la rutina diaria multitud de ventajas para el mantenimiento de una imagen joven y saludable, entre las que podemos destacar:
- Restaurar la hidratación y elasticidad. Aporta agua a las capas más profundas de la piel, devolviéndole su flexibilidad y suavidad.
- Rellenar las líneas finas y arrugas. Al hidratar profundamente, el ácido hialurónico actúa como un relleno natural, suavizando las arrugas desde el interior.
- Fortalecer la barrera cutánea. Mejora la función protectora de la piel, ayudándola a defenderse de los agresores externos como la contaminación y los cambios climáticos.
- Efecto lifting suave. Con el uso continuado, la piel se ve más tersa, luminosa y revitalizada.
Qué es mejor: ¿una crema de ácido hialurónico o un sérum?
Ahora bien, si tu duda reside más bien en qué formato de ácido hialurónico es mejor para incluir en tu rutina diaria, la clave residirá principalmente en las necesidades de nuestra piel, así como el objetivo que busquemos conseguir con dicho tratamiento. Así lo defiende Victoria Sánchez, quien apunta que “la elección entre una crema o un sérum de ácido hialurónico depende de las necesidades específicas de tu piel y de tus preferencias personales. Para una hidratación máxima, los dermatólogos recomiendan utilizar ambos productos: usar primero el sérum y luego aplicar la crema para sellar la hidratación y proteger la piel durante todo el día.”
Ahora bien, si más allá de combinarlos, deseas minimizar tu rutina diaria y solo escoger un tratamiento con dicho principio activo, Sánchez nos propone varios trucos con los que saber decantarnos por uno u otro. “En el caso del sérum de ácido hialurónico, este tiene una mayor concentración de ingredientes activos y una textura más ligera que penetra rápidamente en las capas profundas de la piel. Por ello, si tu piel está muy deshidratada o necesitas un tratamiento intensivo para las arrugas, el sérum es ideal. Además, se absorbe rápido, por lo que es perfecto para utilizarlo antes del maquillaje o como parte de tu rutina nocturna” explica la experta.
Mientras, en lo que refiere a las cremas de ácido hialurónico, estas “suelen tener una textura más rica y se centran en mantener la hidratación a lo largo del día. Además de proporcionar hidratación, nutren la piel y la protegen de agresores externos. Una crema con ácido hialurónico es perfecta para sellar la humedad, dejando la piel suave y protegida durante más tiempo” concluye.
Además de todo ello, como apunta Arantxa Sainz de los Terreros, farmacéutica y responsable de formación de Laboratorios Viñas, el peso molecular del ácido hialurónico también puede influir en el grado de penetración de este activo. “Si el peso molecular es elevado, el ácido hialurónico se quedará más tiempo en la superficie de la piel, ejerciendo un efecto “rellenador”, mientras que, si es más bajo, llegará a capas más profundas y actuará más a largo plazo”, explica la experta.
¿Cómo y cuándo usar una crema o un sérum de ácido hialurónico para rejuvenecer?
Como bien sabemos, a partir de los 50 años es importante desarrollar una buena rutina de la piel para conseguir resultados eficaces y duraderos. No obstante, cuando la teoría pasa a la práctica no siempre sabemos adaptarla al día a día, existiendo múltiples interrogantes sobre el cómo y cuándo aplicar cada producto de la rutina.
En el caso de los tratamientos con ácido hialurónico y, más concretamente, en lo que refiere a sueros y cremas con este activo, la Dra. Iris González, dermatóloga de ENEA Clínica, aclara: “el sérum siempre debe aplicarse antes que la crema. Esto se debe a que el sérum tiene una textura más ligera y puede penetrar en las capas más profundas de la piel. La crema se aplica después para sellar la hidratación y formar una barrera protectora en la superficie de la piel. Este orden asegura que se obtenga el máximo beneficio de ambos productos.”
Además, a la hora de establecer un ‘horario’ cosmético, los especialistas establecen la noche como la mejor franja para trabajar estos tratamientos, dada su potente actividad en el mantenimiento de la piel. “Nuestra parte como dermatólogos es aplicar productos más activos por la noche, cuando recomendamos una buena limpieza, una exfoliación una o dos veces por semana y aquí incluimos otros activos que nos ayudan a estimular el colágeno de nuestra piel y la reducción de las arrugas finas más potentes”, explica Amparo Rodríguez, dermatóloga y directora de la Clínica Amparo Rodríguez.
Cómo aplicar correctamente un sérum y unas de ácido hialurónico a partir de los 50
Y si todos estos tips y recomendaciones de expertos no terminan de clarificar tus ideas acerca de cómo optimizar tus tratamientos con AH superada la franja de los 50 años, no te preocupes. Para simplificar tu rutina y ayudarte a exprimir al máximo todas las bondades que tienen tus productos de ácido hialurónico, hemos preguntado a los expertos, concretamente, cómo aplicar cada tratamiento y estas han sido sus respuestas.
Así debes aplicar tu sérum de ácido hialurónico a los 50 años
El sérum, por su textura ligera, penetra rápidamente en la piel. Para aplicarlo correctamente, primero limpia bien el rostro y aplícalo sobre la piel ligeramente húmeda, lo que mejora la capacidad del ácido hialurónico para retener agua. “Con 2 o 3 gotas es suficiente; extiéndelo suavemente por el rostro con movimientos ascendentes, evitando el contorno de los ojos”, apunta María Gómez, responsable de Marketing de Camaleon Cosmetics.
Además, no olvides aplicar el sérum también en el cuello y escote. “Deja que se absorba completamente antes de usar otros productos. Para obtener mejores resultados, aplícalo dos veces al día, por la mañana y por la noche, antes de la crema hidratante”, añaden desde Camaleon Cosmetics.
Así debes aplicar tu crema de ácido hialurónico a los 50 años
Mientras tanto, para aplicar una crema de ácido hialurónico, primero limpia bien el rostro y tonifica si lo prefieres. Luego, toma una pequeña cantidad de crema y distribúyela en cinco puntos clave: frente, nariz, mejillas y barbilla. “Masajea suavemente con movimientos ascendentes y circulares para asegurar una buena absorción. Extiende también en el cuello y escote, áreas que también necesitan hidratación. Usa la crema tanto por la mañana como por la noche para obtener los mejores resultados” concluye Gómez.