Los colores de pelo que serán tendencia este 2023

Se trata de una decoloración aplicada en forma de mechas que se realiza por todo el cabello, pero enfatizando los mechones delanteros. Su nombre “Face Framing” deriva del inglés, significa “cara enmarcada”, ya que el rostro queda delimitado por estas dos fuentes de luz.

Se trata de una revisión del “chunky balayage” de dos temporadas pasadas, en el que a diferencia de la sutileza del “framing” las “Chunky Color” recordaban a mechones anchos y muy lineales.

Hablamos de uno de los tonos de rubios favoritos de las “morenas medias”. Se debe a que aporta luminosidad unida a la calidez, logrando llevar a los cabellos menos claros a transformarse en los rubios más claros, sin perder la naturalidad. Unas mechas ligeras, aplicadas de forma degradada, más sutil en la raíz y ampliando su cantidad en medios y puntas, funcionan a la perfección y resaltan el color del bronceado.

¿Cómo cuidar este color rubio?

"Importante el mantenimiento de estos tonos para evitar que el dorado vire al indeseado amarillo /y-o /amarillo naranja, recomendando al cliente que lave al menos 1 de cada 3 lavados con champú mezcla de azul y violeta, que ayude a eliminar los pigmentos indeseados" añade Sandra.

El bronde es ese color de pelo que mezcla destellos rubios con castaños en perfectas combinaciones que pueden oscilar hacia el dorado cálido, o hacia el caramelo más oscuro “toffee”.

Perfecto para morenas, que desean re-avivar su color, rompiendo la homogeneidad que puede llegar a ser anodina, con sutiles destellos, que crean movimiento multiplicando el relieve del peinado ondulado como pocos.

El Chocolate Cherry, o Cereza de Chocolate, es un tono oscuro con destellos rojizos, caobas ligeramente violáceas, que aportan elegancia estilo a los cabellos castaños. Más indicado en morenas, en las que enmarca perfectamente las pieles claras y ojos marrones. Luciendo mucho mejor, pues resalta su tono de piel, ayudando a estilizar el rostro.

Para poder lograr este color de cabello aplicaremos una base uniforme en tono chocolate por todo el cabello, para después deco/teñir luces o mechas gruesas rojo cereza en la parte superior a modo de balayage, con el fin de que luzcan naturales y difuminadas como si fueran parte de la melena natural. La idea de este color es que simule ser una fresa o una cereza bañada con chocolate.

Hablamos de un tono cobre o rojizo oscuro  con matices cobrizos y rojizos y no tan dorados como los que se han llevado hasta ahora. Un color con efecto 3D que se consigue gracias a la aplicación de mechas muy sutiles que se entrelazan y proporcionan movimiento y ligereza. Para lograr un tono bonito y profundo, trabajaremos el color desde la base y después realizaremos un balayage de mechas muy sutiles, adaptadas a cada persona para añadir profundidad y dimensión a la melena.

Al tratarse de tonalidades y pigmentos, que difícilmente encontraremos en los cabellos mediterráneos, el mantenimiento debe ser constante, re-tonalizando los cabellos entre color y color, por medio de “Tonalizadores” (siempre profesionales) cuya tecnología suman al cabello el grado de acidez necesario para que la cutícula no se degrade y la actuación del reflejo se mantenga viva en el tiempo.

Los tonos Tiramisú van del café oscuro al rubio pálido, en el caso de la imagen, se ha trabajado una mecha balayage marcando algo más la punta con tonos que le dan un toque especiado, entre cálidos dorados y rubios vainilla.

Para crear la oscuridad en la raíz, una vez acabado el trabajo de balayage se le fusiona con una "falsa raíz" oscureciéndola con un colorante, (siempre que sea posible “semi- permanente”) para evitar que al ir creciendo (su propia raíz), se aprecie el corte que genera un tinte convencional, debido a la oxidación y pérdida de tono y reflejo con la que habitualmente se degradan.