Si hay un gesto de belleza que separa a las que simplemente se cuidan de las que realmente miman su piel, ese es aplicar crema solar facial cada día del año. Incluso en invierno, con nubes, con niebla o cuando solo sales a por el pan. El sol está ahí, invisible pero constante, y su efecto sobre la piel va mucho más allá de los temidos rayos UV: hablamos de envejecimiento, manchas, deshidratación y pérdida de elasticidad. Y ninguna quiero eso. Así que, ya sabes: mejor prevenir que curar.
Además, y por suerte, ya no hay excusa. Las fórmulas actuales no solo protegen del sol: hidratan, suavizan, corrigen, iluminan… y las sientes como una segunda piel. Se acabaron las texturas pastosas, el efecto mimo blanco y la sensación grasa. Las mejores cremas solares para el rostro son ligeras, sensoriales, con acabados mates o glow (según prefieras) y, muchas veces, incluso actúan como prebase de maquillaje.
Ahora bien, el abanico de opciones es bastante amplio y aquí quien verdaderamente decide es la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), y según ellos, esto es lo que debes buscar en una crema solar para que sea realmente buena, más allá del número en el envase.
¿Qué debe tener una buena crema solar facial?
- SPF 50 o superior, de amplio espectro (UVA + UVB). Porque una crema solar que no te proteja de absolutamente todo… no sirve. La protección debe ser completa, frente a los rayos que queman y los que envejecen silenciosamente. Si es de amplio espectro y con alta protección, mejor que mejor. Tu piel te lo agradecerá dentro de diez años.
- Filtros fotoestables que no se degradan con la luz o el calor. Una buena crema solar no pierde fuerza en cuanto sales a la calle o sudas un poco. Sus filtros deben mantenerse activos aunque el sol apriete, estés en la playa o atravieses la ciudad a 40 grados.
- Textura ligera y no comedogénica, que no tape los poros ni saque brillos. Adiós a las fórmulas pegajosas de antes. Una crema solar de hoy en día tiene que ser como un velo ligero. Y sobre todo, no debe dejar brillos, ni granitos, ni esa sensación de piel pesada que nadie quiere en pleno verano... ni en invierno, francamente.
- Buena base para maquillaje: sin pilling, sin grasa, sin residuos blancos. El fotoprotector ideal es también un perfecto primer. Que no se pele con tu base, que no deje bolitas, ni capas blancas, ni brillos extraños bajo la luz. Si al aplicarlo parece que no llevas nada, pero tu piel está protegida y radiante, estás en el buen camino.
- Resistencia al agua y al sudor, sobre todo si vas a estar al aire libre. ¿Te vas a la playa? ¿Sales a correr? ¿Vas en bici al trabajo? Tu crema solar tiene que estar contigo en las duras y en las maduras. La buena protección no se va con el primer chapuzón ni con una sesión de yoga al sol.
- Activos añadidos como ácido hialurónico, niacinamida o antioxidantes. Porque ya que estamos, que no solo proteja. Las mejores cremas solares faciales van un paso más allá: hidratan, iluminan, rellenan líneas, unifican el tono…
- Tolerancia para piel sensible, sin perfumes agresivos ni alcoholes irritantes. Las pieles delicadas necesitan mimos, no sustos. Una buena fórmula debe ser hipoalergénica, respetuosa y calmante, para que no pique, no enrojezca ni provoque granitos sorpresa. Si además no tiene fragancia o usa perfumes suaves, mejor aún.
- Formato práctico y agradable al tacto, porque el lujo también está en el envase. El envase también cuenta. Tiene que ser fácil de aplicar, transportable y cómodo.
Las mejores 8 cremas solares faciales según la OCU
Ligerísima, con efecto toque seco y apta incluso para pieles grasas. Esta crema es el sueño de quienes no soportan texturas pesadas. Se absorbe en segundos y activa las defensas naturales de la piel, por lo que no solo protege, sino que también fortalece. Y todo con una tolerancia óptima.
- ¿Qué la hace especial? Es el fotoprotector ideal para ciudad, oficina, deporte o playa. Protege, no satura y deja una piel cómoda todo el día.
- Activos destacados: vitamina E, manitol, y ectoína.
- Tamaño: 40 ml.
Es una joya para pieles secas y sensibles. Esta crema no solo protege, sino que hidrata durante ocho horas sin dejar rastro. Nada de brillos, ni rastro blanco. Se funde con la piel como una segunda capa invisible, dejando el rostro preparado para maquillarse o simplemente para salir a conquistar el día.
- ¿Qué la hace especial? Es perfecta para pieles que sufren con el sol o con el maquillaje diario. Su fórmula calmante y textura ligera la convierten en un básico para pieles reactivas que no quieren renunciar al confort.
- Activos destacados: agua termal de Avène, vitamina E, y complejo Sunsitive®.
- Tamaño: 50 ml.
Los expertos la destacan por su fórmula avanzada para las pieles más reactivas, incluso con intolerancias solares. Este protector se funde con la piel, resiste al agua, al sudor y protege con una de las tecnologías más potentes contra los rayos UVA. La joya: su filtro biológico Senna Alata.
- ¿Qué la hace especial? Es una barrera casi invisible contra los daños solares. Ideal para pieles secas que buscan protección intensa sin complicaciones.
- Activos destacados: Senna Alata, Mexoryl 400, y antioxidantes.
- Tamaño: 50 ml.
Rica, sensorial y con aroma de vacaciones. Esta crema es la favorita de las parisinas porque protege, pero también hidrata y combate el envejecimiento solar con una textura fundente que se absorbe rápido. Y su aroma, mezcla de naranja y vainilla, te traslada directamente a un chiringuito con vistas al mar.
- ¿Qué la hace especial? Previene manchas, protege el ADN celular y deja la piel radiante y sin sensación grasa. Piel seca, esta es tu aliada.
- Activos destacados: complejo protector celular, extracto de arroz, y vitamina E.
- Tamaño: 50 ml.
Su tecnología Ceramide Protect no solo bloquea los rayos solares, sino que ayuda a mantener la piel hidratada y con su barrera natural intacta. Se absorbe en segundos, es resistente al agua y deja un acabado invisible incluso en pieles más oscuras.
- ¿Qué la hace especial? Es una opción económica pero de eficacia notable. Ideal para quienes buscan protección + hidratación en una textura ligera.
- Activos destacados: ceramidas, glicerina, y vitamina E.
- Tamaño: 50 ml.
No solo protege de los rayos UV, sino también de la luz azul y la contaminación. Ideal para las que viven en ciudad y están pegadas a una pantalla. Su textura es cómoda, su aroma sutil, y su fórmula incluye extracto de regaliz, ese gran olvidado que es pura maravilla antioxidante.
- ¿Qué la hace especial? Es urbana, práctica y muy resistente. Va genial bajo el maquillaje y también durante largas jornadas al aire libre.
- Activos destacados: extracto de regaliz, vitamina E, y filtros de amplio espectro.
- Tamaño: 50 ml.
Ultraligera, de absorción rápida y sin residuos blancos, esta fórmula está pensada para pieles sensibles, incluso con tendencia a intolerancias. Y su secreto está en el ácido glicirrético, que estimula la reparación del ADN. Un escudo inteligente y elegante.
- ¿Qué la hace especial? Ideal para uso diario, sola o bajo el maquillaje. Protege, repara y deja la piel como nueva.
- Activos destacados: ácido glicirrético, licocalcón A, y filtros UVA/UVB.
- Tamaño: 50 ml.
Una crema solar que también actúa como tratamiento antiedad. Su textura fluida y nada pegajosa alisa, suaviza y redensifica, ayudando a combatir los efectos del sol con mimo y eficacia. Y sí, está testada incluso en el contorno de ojos.
- ¿Qué la hace especial? Es ideal para quienes buscan un dos en uno: protección y tratamiento. Y además, con el sello verde de Yves Rocher.
- Activos destacados: polifenoles vegetales, extracto de Aphloia, y filtros fotoestables.
- Tamaño: 40 ml.
Cuando compras a través de nuestros enlaces podemos ganar una comisión. Más información.