Podría parecer que Virginia Troconis (44 años) es, sencillamente, la mujer de Manuel Díaz ‘El Cordobés’, pero lo cierto es que antes de conocerse ella ya trabajaba como modelo, y en los últimos años ha continuado haciendo sus trabajos a través de las redes sociales o siendo imagen de diferentes firmas. Pero ese no es su único trabajo, también forma parte de las iniciativas empresariales de Manuel, si bien no de todas, porque él se ha convertido en todo un empresario en diversos campos. Sí en algunas, de hecho, hace escasas semanas se ha unido a una de las sociedades más antiguas de su marido.
Se llama Promociones inmobiliarias La Rana 2007 SL, y se dio de alta justo ese año. Siempre la ha administrado el diestro, aunque en los últimos años no ha tenido demasiada actividad. Ahora, el gran cambio, es que Virginia Troconis ha comenzado a ser Administradora Mancomunada junto a él, lo que quiere decir que puede comenzar a tomar decisiones acerca de lo que se hace y se deshace en esta empresa que se dedica a la construcción, explotación y promoción inmobiliaria en general.
Y no es la única en la que ella está presente, también es parte de órgano administrativo de las dos sociedades más antiguas del torero, de las que se han utilizado desde sus comienzos para gestionar su imagen, su trabajo en los ruedos, sus apariciones televisivas y su ganadería. Ella comenzó a operar junto a él en 2021 y se llaman Tauro Cordobés SL y Manuel Díaz El Cordobés SL. La primera mantiene un total activo de dos millones de euros, de la segunda no se pueden consultar cuentas, pero parece que, en cuestión de números, no les va nada mal.
Pero la actividad de Manuel es mucho más extensa. Sobre todo, en los últimos años, incluso antes de dejar de torear, se ha dedicado a hacer inversiones en diferentes campos, en los que se ha ido formando y asesorando y que parece que no van por mal camino. A lo largo de este tiempo en Ávila y León ha apostado por la construcción, en Madrid por la hostelería, ha tocado todo lo referente a campos como la joyería, los motores, el alquiler y compra venta de inmuebles, y con el tiempo algunas de las sociedades han ido cambiando de objetivo, por ejemplo, una dedicada al mercado inmobiliario ahora está tipificada como empresa de construcción, ‘Dayker construcciones y reformas SL’.
Pero su gran última apuesta es ‘ADI Energía SL’, en la que invirtió en 2020 junto a otros muchos socios y que se dedica a las energías renovables. Es un campo en el que él está muy lejos de ser experto, y por ello no lo ha hecho solo, ha confiado en otras personas que sí tienen conocimientos, y lo que él aporta es algo muy diferente, ya lo deja claro: “Mis socios saben que mi papel dentro de la compañía está relacionado con la parte de la imagen, tenemos la idea de lanzar el proyecto en breve, pero mi interés es que la gente conozca qué hay detrás de la factura de luz que paga y que lo hagan de forma clara y sencilla”, explicaba hace un año en una entrevista con ‘La Razón’ en la que le preguntaban por ello. En ese mismo momento bromeaba con que desde que comenzó con esta actividad sus hijos le llamaban ‘Míster Voltio’, algo que le hace muchísima gracia.
No cabe duda, son una pareja emprendedora y muy centrada en el futuro, tienen dos hijos en común, y él una hija, Alba, de su matrimonio anterior con Vicky Martín Berrocal, con la que todos tienen una buenísima relación. Siempre han sido conscientes de que el trabajo sobre la arena se termina pronto, pues hay que estar muy en forma para continuar durante mucho tiempo, y él ya ha decidido frenar. Lo que no quiere decir que deje de trabajar, pues a la vista está que sus miras estaban puestas que seguir teniendo sus quehaceres al margen de los toros.
De hecho, mientras Virginia trabaja en redes y como imagen, él se ha convertido en colaborador de TardeAR, programa al que acude periódicamente, y está grabando su participación en ‘El Desafío’, de la que aún no sabemos mucho, pues no será hasta dentro de un año cuando se emita y podamos ver si se ha superado a sí mismo en las pruebas. En el resto, sobre todo en el terreno laboral, parece evidente que sí.