¡Qué poquito queda para conocer a Gala! Violeta Mangriñán entra de lleno en el último mes de embarazo y cada vez queda menos para el día del parto. La influencer sale de cuentas a finales de julio y no ve el momento de tener en brazos a su pequeña. La espera se le está haciendo eterna y, mientras tanto, ha hecho partícipes a todos sus seguidores de Instagram de todos los cambios que ha sufrido su cuerpo durante los últimos meses. La novia de Fabio Colloricchio ha revelado públicamente que está haciendo frente a fortísimos cambios hormonales... Pero lo que de verdad le tiene preocupada es la transformación que han experimentado sus partes más íntimas: su vulva y sus labios vaginales. Sí, has leído bien.
En primer lugar, y al ser consciente que no puede someterse sus tratamientos estéticos favoritos, Violeta Mangriñán ha tirado de tinte para intentar ocultar el vello que le ha salido durante el último mes: "Me estoy decolorando los pelitos que me han salido estos últimos 10 días de golpe, me recomendaron no quitármelo ni con láser ni con hilo hasta después del parto, así que toca decolorar", ha confesado mostrando una imagen nunca vista hasta ahora.
Violeta Mangriñán también se ha abierto en canal y ha dado detalles de cómo tiene sus partes íntimas a un mes de dar a luz. Un hecho por el que se ha mostrado impactada: "Lo cierto es que he tenido un muy buen embarazo, no me puedo quejar, los tres primeros meses fueron duros en cuanto a cansancio, vómitos y náuseas continuas, pero nada fuera de lo normal. Eso sí, estoy entrando en el último mes y está empezado a ser un poco pesado, mucha retención de líquidos, hormonas en una montaña rusa, sensibilidad por 1.000, cansancio, reflujo, mal dormir, molestias, granos en la piel, más pelo de lo normal, etc... Todas las partes de mi cuerpo están cambiando y cuando digo todas es TODAS", ha explicado dejando claro que es muy común entre las mujeres embarazadas.
Eso sí, no ha podido evitar darse un buen susto al ponerse frente al espejo: "Las partes más íntimas cambian de tamaño, directamente ya no me lo veo cuando estoy de pie porque la tripita me lo tapa pero la última vez que me lo vi en el espejo casi me da un parraque. No os asustéis queridas futuras madres, es normal. Eso sí, el susto te lo llevas", ha continuado entre risas.