¡A puntito de caramelo! Así está Violeta Mangriñán al llegar a la semana 36 de su embarazo. Queda muy poco para que la influencer dé a luz a su hija Gala y ya está dejando todo preparado para el día del parto. La influencer sale de cuentas a finales de julio y ya cuenta las horas para tener a su pequeña en brazos. La que fuera extronista de 'Mujeres y hombres y viceversa' ha hecho partícipes a todos sus seguidores de los momentos buenos (y también de los malos) de estos nueve meses de gestación y ahora ha querido dejar claro el dinero que ha desembolsado para contratar los servicios de una habitación especial para el día del alumbramiento.
Violeta Mangriñán desea y espera que todo salga a pedir de boca el día del parto y, por ese motivo, se ha hecho con el mejor servicio de todos. Para su comodidad y la de Gala, tanto la influencer como Fabio Colloricchio (padre de la criatura) han contratado una habitación con todos los lujos habidos y por haber por 1.900 euros: "Gala nacerá en el hospital Montepríncipe de Boadilla del Monte. Con mi ginecóloga, la persona que ha llevado todo mi embarazo, estoy muy feliz con ella y he conocido a la matrona que también estará el día del parto", ha comenzado explicando.
"Tanto Fabio como yo tenemos seguro privado. Él es de una compañía y yo soy de otra, pero en ninguno de los dos seguros entraba ese servicio, lo hemos tenido que pagar aparte. La habitación especial es más grande, tiene bañera y otras muchas cosas, más el servicio del seguimiento de la matrona un mes antes del parto y su servicio el día del parto, nos cuesta 1.900 y estoy segura de que es la mejor inversión de mi vida. Teniendo la posibilidad de hacerlo, sin duda elijo hacerlo", ha zanjado Violeta Mangriñán asegurando que solo le importa el bienestar de su hija, el de Fabio Colloricchio y el suyo uno de los días más importantes de su vida.
Además, se ha informado sobre el tema de comerse la placenta, una práctica que se han puesto de moda entre las famosas, y su ginecóloga le ha dejado las cosas claras: "Lo primero que me ha dicho mi ginecóloga es que eso de comerse la placenta... ¡Ni de coña! Y lo que dice para mí va a misa. Así que mi madre está de suerte y podrá usarla de abono".
La vida de Violeta está a punto de cambiar de manera radical. No puede estar más feliz a pocos días de convertirse en madre primeriza y ya ha confirmado que lo que más va a echar de menos es su barriguita.