La expectación era máxima. Cientos de curiosos se agolpaban a las puertas de la Iglesia de San Miguel en Jerez de la Frontera para ver a la radiante novia. Pasadas las 13.00 horas, una radiante Victoria de Hohenlohe (26 años) hacía su llegada en coche de caballos junto a su hermano y padrino Alex, duque de Ciudad Real.
Sin poder borrar la sonrisa de su rostro aunque algo nerviosa, la duquesa de Medinaceli saludó a todos los allí presentes dejando al descubierto el secreto mejor guardado: el vestido de la novia. Fiel a su estilo, Victoria ha lucido un imponente diseño de corte clásico en color champán que destaca por la cantidad de bordados y pedrería que decoraban el vestido de arriba abajo y una cola de varios metros que nacía de la cintura. Una creación exclusiva de su amiga Sol Prado, quien ha sido la encargada de acomodarle el vestido.
Ha llamado mucho la atención que a diferencia de su prima, Sol Medina, Victoria no ha lucido ninguna tiara. En su caso, ha decorado su recogido con un broche de oro blanco y diamantes. Respecto a las joyas, no ha faltado su impresionante anillo de pedida y unos pendientes y unos sencillos pendientes que colgaban.
El novio ha optado por un clásico esmoquin de color negro con pantalón a rayas y un sencillo chaleco de color crema que contrastaba con una corbata azul. A su lado, una feliz madre y madrina con un favorecedor vestido coral de volantes que completaba con un original tocado con una gran flor rosa palo.
Tras la ceremonia religiosa, todos los invitados se trasladarán a la Finca Salto al Cielo (Jerez de la Frontera) donde los recién casados agasajarán a todos con un cóctel de dos horas con una gran variedad de platos made in Spain y un posterior menú compuesto por tres platos a la altura de la aristócrata con más títulos del mundo.
De Máxima de Holanda a Sofía Palazuelo o Luis Medina: Los famosos invitados a la boda de Victoria de Hohenlohe
Victoria de Hohenlohe y Maxime Corneille se han rodeado de sus familiares y amigos en su gran día, una larga lista de la que merece la pena destacar a caras tan conocidas como Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart, duques de Huéscar, Luis Medina, primo de la novia, Miriam Ungria con su hijo Boris de Bulgaria.
Máxima y Guillermo de Holanda, amigos personales de los novios, tampoco han faltado a la velada. Aunque el matrimonio fue fotografiado este viernes en el Palacio de Campo Real junto a su hija Amalia, han preferido no acercarse a la iglesia para evitar eclipsar a los novios.
Una familia enfrentada por una suculenta herencia
Esta multitudinaria boda contará con muchas ausencias. ¿El motivo? El enfrentamiento de una buena parte de la familia por la herencia de la XVIII Duquesa de Medinaceli desde hace más de una década. Ignacio Medina, tío abuelo de la novia, llevó a los tribunales a Victoria y a una gran parte de sus sobrinos, por considerar que no cumplían, según él, la voluntad de la difunta. De hecho, no dudó en expulsarles de la fundación. Con el paso de los años y varias sentencias judiciales, Victoria recuperó buena parte de sus títulos nobiliarios. Este agrio enfrentamiento que se extiende hasta la actualidad explica que Victoria no haya celebrado su boda en el Palacio Casa de Pilatos (Sevilla), uno de los edificios más representativos de la familia.