La noticia de la cancelación fulminante de la boda de Elsa Anka (56 años) ha caído como un jarro de agua fría para todos aquellos que la quieren. Después de cuatro años de una relación aparentemente idílica, Elsa anunció que, finalmente, no habrá boda. "Cosas que pasan", dijo con resignación y sin querer desvelar cuál ha sido el motivo de la ruptura. ¿Pero quién es Víctor Prat-Heimerl, el hombre que ha estado a punto de llevar al altar a Elsa Anka?
Catalán de ascendencia austríaca
Nacido en Barcelona, Víctor Prat-Heimerl tiene ascendencia austríaca. Estudió Derecho en la Universidad de Barcelona, un Máster en Administración de Empresas y un grado en el IESE Business School de la Universidad de Navarra, habla cuatro idiomas, y, según informa Expansión, es ejecutivo con cargos de empresa en seis sociedades de Barcelona y Madrid. Además, es propietario de Meriden Capital, una empresa internacional de asesoramiento financiero con presencia en España, Alemania, Luxemburgo y Reino Unido. Dicho de otro modo, mueve los millones a palazos.
Curiosamente, y por lo que se refiere a su aspecto físico, Víctor Prat-Heimerl guarda un enorme parecido con Juan Antonio Ruiz 'Espartaco', el extorero, lo que ha dado pie a algún que otro malentendido cuando Elsa ha aparecido con Víctor en algún acto público.
Una pedida de mano muy romántica
Elsa conoció a Víctor en verano de 2018 a través de sus amigos Alejandra Prat y su marido Juan Manuel Alcaraz, con el que Víctor coincidió en la universidad. Pese a la coincidencia del apellido, Víctor Prat y Alejandra Prat no son familia. No fue hasta enero de 2019, en Baqueira, cuando Elsa y Víctor se hicieron inseparables. De él, Elsa había dicho que era "un buenazo, educado, súper caballero, un padrazo". Es decir, el hombre de su vida. Tanto es así, que se comprometieron en 2021 con una pedida de mano muy peliculera.
"Fue muy bonito, inesperado, no lo esperaba. Me llevó a cenar al primer sitio donde estuvimos cenando en nuestra primera cita", reveló Elsa. Víctor, hombre romántico donde los haya, cerró el restaurante para ellos solos y, con el postre, llegó el anillo de pedida. "Además teníamos todo el restaurante para nosotros solos, que yo pensé que había pasado algo tal y como están las cosas. Pensé 'jo, pobre gente que no han llenado, qué lástima' y es que estaba todo para nosotros", contó la presentadora.
No habrá boda
Lo cierto es que el nacimiento de la primera nieta de Elsa, la hija de Lidia Torrent, fue todo un acontecimiento en la vida de la presentadora. Elsa se convirtió en abuela y eso se convirtió en prioritario para ella, hasta el punto de posponer su boda. "Nosotros vamos a ir por orden. Lo primero va a ser el bautizo y después, lo nuestro ya vendrá. Nosotros con el compromiso vamos tirando. Ahora primero la niña, el bautizo y poco a poco", dijo Elsa en junio del año pasado.