"Me ha empujado. Y todo lo que antes era caos y negrura, ahora es como luminosidad. Me ha dado ganas de vivir. Tengo ganas de vivir, que es algo que hacía tiempo que no tenía. Me ha reconciliado con la vida"... Estas palabras de Jorge Javier Vázquez dedicadas a Mila Ximénez han sido uno de los momentos más emocionantes en el especial homenaje dedicado a la colaboradora en su programa. Sálvame está de luto. Sus compañeros se encuentran abatidos tras haber perdido a una de las personas más importantes de su vida. Alba Santana, Manolo, Encarna y Concha han estado al pie del cañón con la bloguera de Lecturas hasta su último suspiro y, a pesar de haber dejado todo bien atado, Mila se ha ido de este mundo sin poder llevar a cabo un plan que organizó con muchísimo entusiasmo.
Mila Ximénez sentía devoción por su familia y su hermano Manolo ha confesado ante los medios las últimas voluntades de la exfinalista de Gran Hermano VIP 7. Algo que piensan cumplir sí o sí en su honor: "Ella solamente quería estar en casa con su familia y lo hemos cumplido a rajatabla, hemos cumplido todo lo que nos pidió", ha confesado emocionado antes de destapar el viaje que la periodista tenía entre manos.
A causa de la pandemia sanitaria que salpicó al mundo en 2020, Mila Ximénez no pudo estar ni con su hija, ni con sus nietos, ni con sus hermanos todo lo que hubiese querido. Así que, antes del triste desenlace, la mejor amiga de Kiko Hernández se puso manos a la obra para organizar un necesario viaje de desconexión a Marrakech para recuperar el tiempo perdido al lado de los suyos. Desgraciadamente, no lo ha podido cumplir pero Manolo ha asegurado que lo van a hacer por ella: "Los haremos, nos dijo que lo hiciésemos", ha prometido públicamente.
Marruecos ha sido, es y será por siempre el refugio de Mila Ximénez y la ciudad de Tánger, en concreto, se convirtió en el escenario perfecto donde vivió una intensa historia de amor junto al empresario, Rafael Aguilera, su gran amor secreto.
Pero lo que sí se va a producir, por expreso deseo de Mila, es que sus cenizas sean trasladadas a Ámsterdam, ciudad en la que vive Alba Santana. Si hay algo que Ximénez ha tenido claro desde siempre es que quería descansar en paz cerca de su hija y de sus nietos. ¡Dicho y hecho!